02/05/2025SOCIEDAD

“El General Belgrano era la joya de la flota de mar. Estar ahí era sentir que no nos tocaba nadie. Teníamos el deseo de ser libres, de defender la Patria y entregar nuestra vida

A 43 años del hundimiento del ARA General Belgrano

El 2 de Mayo es una fecha que no debe pasar desapercibida en el archivo de la historia argentina: se conmemora el hundimiento del ARA General Belgrano luego de que el submarino Conqueror respondiera a la orden de Margaret Thatcher de hundir el crucero argentino que tenía 1093 tripulantes, 393 de los cuales perdieron su vida en ese momento, más incluso que las vidas que se perdieron en tierra firme.

Miguel Álvarez es sobreviviente del Belgrano y en La Nueva Radio Suárez contó su historia, no sólo como un recuerdo vivo, sino para sostener la memoria.

Él tenía 27 años en 1982 y trabajaba como Cabo Principal de Comunicaciones a bordo del crucero, aunque sus inicios en la Marina se remontan al rompehielos General San Martín, un buque importante que iba a la Antártida; tras lo que le tocaron dos remolcadores, que se utilizaban para trabajos de permanencia o asistencia en el litoral marítimo  y la zona de Ushuaia. Se trataban esos de buques pequeños con alrededor de cincuenta tripulantes: “Cuando me sale el pase al crucero, yo fui con una alegría enorme y con expectativa de que tenía que terminar el Secundario y estando en ese tipo de buque podía estudiar tranquilamente” contó Álvarez, que recordó que el Belgrano, en mayo de aquel año, había estado en mantenimiento pese a lo que recibió, el 16 de Abril, la orden de zarpar a Malvinas: “Ese momento pasó inadvertido porque estábamos en la rutina diaria y llegó el grupo de tareas que iba a desembarcar en Malvinas. Para nosotros fue algo tan natural que no nos llamó la atención lo que estaba sucediendo y que esa fuerza salía con destino a Malvinas con todo el cargamento que se le hizo en tres días con pertrechos, logística, comida, combustible. Fue el 2 de Abril que nos informaron que habíamos recuperado las islas y pasamos de ese estado rutinario a uno de algarabía como el que vivió todo el país” relató el entrevistado, recordando la alegría de aquel instante.

Continuando con su relato, recordó que zarparon el 16 de Abril con expectativas que no estaban puestas en ir a la guerra porque sabían que habían recuperado Malvinas y “mojado la oreja” a la Corona Británica: “No tomamos real dimensión, ni en lo personal ni en lo grupal, porque los medios no lo comentaban tan así. Era una situación muy dubitativa hasta que zarpó la flota británica y vimos la cantidad de buques, pero estábamos y no íbamos a retroceder. Estábamos para enfrentar lo que venga y pensábamos que eran superiores a nosotros, pero sólo tenían el poder. La superioridad militar y estratégica la teníamos nosotros” dijo Álvarez, agregando que sacaron fuera de combate el setenta por ciento de las unidades a los ingleses.

Adelantándose en el tiempo, el entrevistado recordó que el sábado 1° de Mayo el crucero General Belgrano estaba rumbo a posición de guerra, pero recibieron órdenes de cambiar el rumbo: “El comandante de la flota tiene su manejo táctico y las órdenes vienen y hay que cumplirlas porque quizás tienen información a la que los comandos inferiores no tienen acceso. Yo en ese momento no tenía ni idea ni conocía los planes, pero salimos para custodiar el litoral marítimo del ingreso de algún elemento enemigo desde el Pacífico y cualquier otra circunstancia que se preste como enemiga” dijo hablando sobre su misión y recordando que hubo un momento en que se ordenó la aproximación, es decir ir a la búsqueda de la fuerza enemiga para enfrentarse y tanto el crucero como los destructores esperaban que el ataque fuera alrededor de las cuatro de la mañana: “Sucedió que en ese momento no había viento y los aviones no pueden decolar con las armas que se necesitan para hacer un ataque, entonces hubo que cambiar la orden y se invirtió el rumbo navegando hacia el oeste. Así, la parte argentina que estaba al norte de la isla, debió replegarse más hacia el norte” dijo, al tiempo que consultado sobre su registro del impacto y las emociones y sensaciones que aparecen con el correr del tiempo, dijo: “Con los años nos vamos sensibilizando mucho y en la medida en la que uno va leyendo y escuchando testimonios te sensibilizas más porque el recuerdo es de estar en el crucero que impactó con dos torpedos y murieron 323 hombres. Fue una tragedia. Yo me encontraba en la plataforma cuatro, arriba de los tanques de combustible y fuera de la protección de la coraza que tiene el casco para proteger las máquinas. El torpedo entra por la aleta de babor e ingresa al compartimento de máquinas auxiliares de popa, explota adentro del compartimento y con la temperatura, el fuego y las esquirlas, si alguien se salvó lo sabe Dios y quien salió de ahí” dijo, agregando que no hubo tiempo para nada: “La temperatura empezó a derretir las escaleras, el metal. Fue atroz y cuando uno toma dimensión de eso, es mucho más grave que decir fallecieron, murieron o tenemos 323 héroes”.

El escenario de ese momento, sin dudas fue trágico y desesperante, y en palabras del sobreviviente Miguel Álvarez, que estuvo alrededor de treinta horas en el agua, sintió miedo: “No era paralizante, peor te movía la estructura y te hacía pensar ¿qué es lo que viene? Había compañeros a quienes se les derretía el calzado, otros que trepaban las escaleras para salir y se les derritió cayéndose; con poca visibilidad que es la del comando de emergencia y de los momentos límite porque en esa circunstancia no tenés la luz ni la tranquilidad. Está todo rojo o amarillo por el fuego más el olor a humo, a acre” describió el entrevistado que, sobre el primer contacto con tierra firme tras ese escenario recordó que tenía un panorama incierto: “Todos tenemos cierto miedo porque es la naturaleza del ser humano, pero si éste te paraliza morís antes de tiempo, ahora cuando está equilibrado con la expectativa, la alegría, entrega y camaradería o el saber que estás entregando tu vida por la Patria, cambia todo y lo haces con un amor inusual, que supera el momento”.

En ese sentido, hablando sobre qué significa hoy para él el crucero ARA General Belgrano, Álvarez compartió que “fue el crucero una bisagra en el ser argentino y una bisagra en el militar porque no hubo enfrentamientos con la embargadura del Belgrano, que era un buque de casi doscientos metros, cinco torres de cañones triples cada uno de los cuales tenía un alcance de entre 28 y 30 kilómetros, con ametralladoras antiaéreas. Era la joya de la flota de mar, el nene mimado, el palacio de todo artillero. Estar ahí era sentir que no nos tocaba nadie, que avanzábamos pudiendo enfrentar al enemigo que sea, pero apareció un submarino con dos torpedos y nos hundió. Fue un impacto tremendo, hemos creído más en la tecnología y hemos olvidado o ninguneado a las capacidades que tenemos como personas humanas y allí quedó evidenciado”.

A modo concluyente, señaló que los sobrevivientes y los héroes del Belgrano son parte del pueblo: “Nacimos de distintas familias con distintas características y situaciones económicas para desarrollarnos en la vida militar y ahí se nota quienes tenían en el corazón el deseo de ser libres, de defender a su Patria y entregar su vida por ella sin importarle otra cosa, cómo puede suceder con quienes están en oficinas sin contacto con la naturaleza ni con el campo de batalla o lo que es la realidad” señaló Álvarez, agregando que “a partir de lo del Belgrano se potencia la memoria. Tardó cuarenta años pero se comienza a reivindicar el honor, el valor y el patriotismo en cada uno de los que participamos. Deberíamos tener más presente día a día y no olvidar lo que sucedió” cerró.

Títulos breves
1 La Liga de Madres anuncia una Súper Feria con precios muy accesibles el viernes 9 de mayo de 10 a 14 hs.
2 “Juntos por la Parroquia de Pueblo Santa María”: gran tallarinada el 25 de mayo. Organiza el grupo colaborador de la Iglesia. Domingo 25 de mayo en el Salón Parroquial de Pueblo Santa María. Valor de la tarjeta $20.000. Habrá bingo, venta de pasteles y café. “Finaliza el día patrio con un pericón institucional”.
Reservas al 2926 403296. Llevar vajilla.
3 La Dirección de Cómputos y Recaudación de la Municipalidad de Coronel Suárez informa a la comunidad que todas las tasas municipales pueden ser abonadas a través de Provincia Net.