17/01/2019SALUD

El CAPS de Puente Chico recibió una heladera nueva.

Es parte del equipamiento comprado con la venta de reciclados.

El detalle lo brindó Margarita Vergara, que está a cargo de la Unidad Sanitaria del Barrio Puente Chico.

“Hace poco habíamos planteado la inquietud que necesitábamos renovar la heladera que teníamos. La habíamos solicitado a la Secretaría de Salud. Y ahora llegó una heladera nueva que, gracias a la gente del reciclado y a todos los vecinos que hacen separación de residuos, pudimos recibir este equipamiento. La heladera se compró con fondos de la venta de reciclado, en la separación que realizan los vecinos desde sus hogares. A nosotros nos tocó la heladera, a otros CAPS llegaron otros equipamientos”.

Otra de las cosas que se compraron con la venta de elementos reciclados fue un aire acondicionado y equipos de reanimación cardiopulmonar manual.

En el CAPS del Barrio Puente Chico, desde el año pasado, hay un aire acondicionado nuevo, que se instaló “gracias a los vecinos, a la propina que ellos dejan”.

Y explica Margarita Vergara que “la gente viene más en el invierno, que hay muchísimas personas con la cuestión de la vacunación antigripal y otras atenciones, y deja una propina. La gente mayor tiene eso que quiere dejar una colaboración. Nosotros eso mismo lo vamos juntando en una alcancía, que abrimos una vez al mes, delante del personal de la Unidad Sanitaria. Así vamos juntando, y el año pasado se compró un aire acondicionado. Otros años se adquirió un microondas, que se necesitaba para nosotros y también para la gente, para entibiar los sueros, por ejemplo, en el invierno. También se compró un turbo ventilador para que pacientes y médicos estén más cómodos en el consultorio. Una vecina donó un televisor. Tuvimos la bendición también que nos donaran una impresora. Esto es útil también para la gente, que muchas veces, en la atención de la asistente social, necesitan fotocopias de planillas o documentos. Con propinas se compró la tinta, se mandó a arreglar la fotocopiadora. En definitiva, todo vuelve a la gente”.

En esta Unidad Sanitaria funciona también un ropero comunitario, “las mamás van renovando su ropero, cambiando ropa y calzado de los chicos que ya no usan, los traen aquí, que se los damos a quien lo necesita. Juegos y libros también. La gente viene y se lleva lo que necesita”.

Es una manera también de devolver y de ser puente entre quien tiene algo que ya no necesita y otro al que le puede ser útil: “uno se siente satisfecha porque puede ser ese puente, para colaborar con el vecino”.

Por supuesto, que al CAPS concurre mucha gente, “más en estos tiempos, donde se nota muchísimo. Los días jueves que está la asistente social es increíble la cantidad de gente que hay. Los lunes también, cuando está la pediatra. Se nota que hay mucha gente que no tiene más obra social. Es una buena oportunidad para hablar con los papás, llevan lo que necesitan y ofrecerles la atención de profesionales Se observa que la gente se acostumbró a usar las salitas para atención de la salud”, dijo Margarita Vergara.

Esta Unidad Sanitaria atiende desde las 7 a las 15 horas, un horario muy amplio para la atención de toda la gente.