15/11/2019SALUD

Diabetes, la enfermedad aumenta por la mala alimentación, el sedentarismo y el estrés.

“Una enfermedad que va creciendo” dijo el Dr. Ricardo Denaro.

Las estadísticas indican que cada vez hay más personas diabéticas en el mundo y, además, se está incorporando una población joven y hasta niños. Es decir, una enfermedad que antes era de adultos mayores, ahora no es extraño encontrarla en jóvenes y niños.

“Es una enfermedad que va creciendo en el mundo, hay una alta incidencia, con la aparición de nuevos casos”, dijo el Dr. Ricardo Denaro, médico especialista en Endocrinología.

“Pasa también que como la población cada vez vive más hay una gran prevalencia de este tipo de enfermedad. Sobre todo, también, por el ritmo de vida y por los hábitos que a veces no se llevan a cabo como corresponden”.

Al respecto, aclara el profesional que “son los hábitos básicos, que son la forma de alimentarnos, el tipo de comida, la forma en que comemos, el estado emocional con el que comemos y a veces la falta de ejercicio físico, que es lo que favorece al desarrollo de una buena salud. Esto habría que empezar desde el jardín de infantes, con los buenos hábitos”.

Sumó a estas consideraciones que “hace unos días escuchaba a un lipidólogo, que son los médicos que se dedican al tratamiento de las grasas del cuerpo, y hablaba de la ‘dietas suicidas’: a veces se festejan cumpleaños con chizitos, palitos, Coca Cola, que son alimentos chatarra, que después traen las consecuencias a posteriori y aseguran una mala base para el futuro de todos esos chicos”.

“Somos animales de costumbre, hacemos las cosas mayormente sin pensarlas y las seguimos haciendo. Cuando uno analiza puede cambiar una conducta. Pero a veces cuesta, es un problema general”.

Sobre la implicancia del estrés, explicó que “provoca una serie de secreciones, de hormonas, que intervienen metabólicamente, en forma diaria, entre ellas el cortizol, y otras que rigen cómo funciona nuestro aparato circulatorio. Eso hace que cuando se producen en demasía uno está en situaciones de inferioridad. Esas hormonas son todas hiperglucemiantes, atacan el hígado, desdoblan nuestros depósitos de azúcar que tenemos en el hígado y lo pasan a la sangre. Lo pasan con una frecuencia e intensidad mucho más alta y eso favorece más, y si hay una predisposición genética favorece la aparición de enfermedades”.

Recordó que “lo más pequeño de nuestro cuerpo son las células, y las células viven de agua y oxígeno. Quien distribuye el agua y el oxígeno es el ejercicio, por lo tanto, el ejercicio es vida. El sedentarismo es muerte”.