25/07/2021SALUD

Control de la culpa: aprender a autoobservarnos y reconocer errores

Antonela Gros Aldecoa es licenciada en Psicología y en un nuevo segmento de La Nueva Radio Suárez buscó profundizar en las culpas: ¿por qué pesa tanto?

“Cuando uno es consciente de la responsabilidad de lo que está haciendo probablemente tienda a sentirse más culpable, pero en realidad tiene que ver con una mirada respecto de uno mismo” comenzó diciendo la profesional, quien marcó que “hay personas que tienden a sentirse culpables por todo, aún por cosas que no son tan significativas”. Indicó que eso tiene que ver con la mirada propia de uno mismo: “Cuando hay una persona que tiene una mirada un poco hostil de uno mismo, con autoestima más baja, podría llegar a sentirse más culpable de manera más corriente y asociada a gran diversidad de situaciones”. 

Destacó que ese tipo de situaciones suele dificultar la situación, sin permitir resolver la cuestión problemática: “Muchas veces, cuando hablo respecto de la culpa, digo que es el peor partido de tenis de la historia”. En ese marco, agregó: “La pelotita de la culpa va y viene, y cuando queda de un solo lado se debate de quién es la culpa”. 

Desde la mirada de cada uno -aseguró Gros Aldecoa- “ambos tienen razón” y agregó que es difícil ponerse de acuerdo, porque las partes suelen tener vivencias diferentes respecto de la situación. Entonces, cuestionó: “Una vez que repartimos la culpa ¿qué hacemos?”. En consecuencia, la profesional apuntó a la relevancia que cobra “empezar a aprender de eso que sucedió, porque la discusión no le sirve a nadie. Sólo sirve a los fines de descargar la bronca”. 

Recomendó entonces comenzar diferentes esas discusiones que siempre terminan mal: “Usualmente empezamos echando culpas, si lo comenzáramos reconociendo errores sería distinto. Implicaría un cambio de objetivo y tener autoobservación, sin que la bronca nos gane”. 

En ese sentido, Antonela Gros Aldecoa invitó a que, cada vez que haya algo del otro que nos molesta, en lugar de culparlo, podamos reconocer y comunicar qué fue lo que incomodó, siempre desde el deseo de expresar cómo nos sentimos. 

Lo que la Licenciada en Psicología cuestionó fue: “¿Queremos pelear o queremos arreglarnos?” e indicó que, a partir de esa respuesta, tenemos que actuar porque nos genera displacer, “y los únicos que perdemos somos los que estamos en el medio”. 

Describió estas situaciones como “una pelea de poder”, en las que, si queremos ganar y sentirnos entendidos, “tenemos que cambiar cómo planteamos la situación, y cuando hay algo que me estorba o me está molestando, empezar a hablar por mí, por cómo me molesta, e invitar al otro a pensar sobre eso”. 

Agregó que “la culpa empieza a tener un lugar más útil porque por sí misma no tiene ningún sentido” e indicó que “la cargamos porque no resolvimos”. En consecuencia, “cuando logramos entender lo que al otro le pasa, podemos buscarle una solución al problema, entonces vamos vaciando la mochila porque no queda eso pendiente que suele quedar tras las discusiones”. 

Concluyentemente, Gros Aldecoa propuso “empezar a cambiar, empezar por uno, dejar de mirar lo que el otro hizo para ver cómo me hizo sentir a mí lo que sucedió, y si yo empiezo por mí tengo más chances de resolver porque empiezo sin atacar. Tiene más lugar un espacio de diálogo y de resolución”.