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19/09/2017 • REGION
Hirtz, en contra del trasvase de agua a lago Epecuén
El intendente de Adolfo Alsina aseguró que el espejo de agua todavía se encuentra 2 metros por encima de la media histórica.
No más agua a Epecuén. Con estas palabras, el intendente de Adolfo Alsina, David Hirtz, se opuso terminantemente al pedido de trasvasar 5 metros de agua de las Encadenadas del Oeste hacia la última laguna del sistema para descomprimir la difícil situación que se vive kilómetros al norte, en el nacimiento de la cuenca.
Por medio de un comunicado que lleva su firma, el funcionario manifestó que en los últimos meses, luego de la ocurrencia de ciclos de lluvias por encima de lo normal, “las opiniones de algunos sectores de la región vuelven a apuntar” a inundar nuevamente Epecuén para resolver la crisis.
“No estamos dispuestos a permitir que ello ocurra por segunda. Es absolutamente falaz la opinión de que a Epecuén le caben 5 metros más de agua, porque ello se contrasta con la inundación que nos provocaron. La realidad es que hoy a Epecuén le sobran 2 metros de agua para llegar a la cota de 93 metros sobre el nivel del mar que dispone el Manual de Operaciones del Sistema, aprobado por la Autoridad del Agua”, señaló.
Según Hirtz, el clima –que ha duplicado en los últimos cuatro años la pluviometría histórica– ha elevado el lago en 2 metros por encima de la cota 93, y ha provocado consecuencias importantes como la crecida de las napas subterráneas, el rebalse de los pozos ciegos de las viviendas que aún no poseen cloacas, la pérdida de piso en las calles cercanas al lago -que han quedado intransitables-, la pérdida de piso en los campos linderos, la nueva desaparición del histórico camino costero junto a la playa Eco Sustentable, el ingreso nuevamente de aguas en la villa y otros daños colaterales.
“Este daño, que obedece exclusivamente a la naturaleza, será soportado y seguramente superado por nuestro pueblo. Pero la comunidad no está dispuesta, 30 años después, a soportar nuevamente los daños humanos producidos por decisiones equivocadas, que provocaron perjuicios económicos y sociales que hemos sobrellevado durante décadas”, señaló.
“Por todo ello, los carhuenses decimos: no más decisiones equivocadas, no más desinformación, no más agua para Epecuén”, concluye el texto.
Fuente: La Nueva.
Por medio de un comunicado que lleva su firma, el funcionario manifestó que en los últimos meses, luego de la ocurrencia de ciclos de lluvias por encima de lo normal, “las opiniones de algunos sectores de la región vuelven a apuntar” a inundar nuevamente Epecuén para resolver la crisis.
“No estamos dispuestos a permitir que ello ocurra por segunda. Es absolutamente falaz la opinión de que a Epecuén le caben 5 metros más de agua, porque ello se contrasta con la inundación que nos provocaron. La realidad es que hoy a Epecuén le sobran 2 metros de agua para llegar a la cota de 93 metros sobre el nivel del mar que dispone el Manual de Operaciones del Sistema, aprobado por la Autoridad del Agua”, señaló.
Según Hirtz, el clima –que ha duplicado en los últimos cuatro años la pluviometría histórica– ha elevado el lago en 2 metros por encima de la cota 93, y ha provocado consecuencias importantes como la crecida de las napas subterráneas, el rebalse de los pozos ciegos de las viviendas que aún no poseen cloacas, la pérdida de piso en las calles cercanas al lago -que han quedado intransitables-, la pérdida de piso en los campos linderos, la nueva desaparición del histórico camino costero junto a la playa Eco Sustentable, el ingreso nuevamente de aguas en la villa y otros daños colaterales.
“Este daño, que obedece exclusivamente a la naturaleza, será soportado y seguramente superado por nuestro pueblo. Pero la comunidad no está dispuesta, 30 años después, a soportar nuevamente los daños humanos producidos por decisiones equivocadas, que provocaron perjuicios económicos y sociales que hemos sobrellevado durante décadas”, señaló.
“Por todo ello, los carhuenses decimos: no más decisiones equivocadas, no más desinformación, no más agua para Epecuén”, concluye el texto.
Fuente: La Nueva.
