Calor y mascotas. Entrevista a la Veterinaria Gabriela Steinmetz

Llamó la atención en cuanto al uso preventivo de productos para controlar las pulgas y garrapatas.

“Hay un montón de productos: pipetas, collares, bocaditos, líquidos para bañar el animalito. Infinidad de productos, para todos los bolsillos. Lo importante siempre es leer los prospectos, porque muchos productos de perro no se pueden usar en gatos, y es este tiempo cuando comienzan a aparecer las intoxicaciones. Todo lo que sea para baño, es para baño. Las pipetas hay que ver si son para perro o para gato. Porque muchas pipetas no se pueden usar en otro animal para el que no es. Muchas veces se compra una pipeta y se reparte entre los animalitos, y el gato entra en ese reparto. Ahí es donde se los termina intoxicando. Un consejo siempre es leer los prospectos, tratar de dar las pipetas que corresponden, según el peso del animal, para no intoxicarlos. A veces también pasa que se llevan una pipeta grande y le dan al que tiene 40 kilos, y al que tiene dos kilos. La reparten. Si esto se hace hay un serio riesgo de intoxicación”.

Si esto sucede, empiezan con temblores, con espuma en la boca, son todos signos neurológicos, “hay que bañarlos inmediatamente para sacarles el producto y llamar rápidamente al veterinario”.

Y, por supuesto, la pipeta no se da por boca: “hay que leer el prospecto para ver cómo se aplica el producto, o pedirle la indicación al veterinario” señala la Veterinaria.

Otra cosa importante para pulgas y garrapatas, “es que el control no es sólo sobre el animalito, sino sobre el ambiente. Fumigar los patios, los paredones”.

Atención a los golpes de calor: “no olvidar que la temperatura normal de perros y gatos es más alta que la nuestra. O sea, son menos resistentes a las altas temperaturas. Siempre que salgamos con el animalito en el auto que no sea momento de altas temperaturas. No dejarlos encerrados con las ventanillas cerradas. Pueden tener un golpe de calor en quince minutos, y son bastante graves”.

Otra cuestión a tomar en cuenta, expresa la Médica Veterinaria Gabriela Steinmetz: la presencia de sapos en patios y jardines, en el mismo espacio donde transita la mascota.

Gabriela Steinmetz finalmente afirma que “Los perros insisten en perseguir a los sapos, los muerden, juegan. Lo que tenemos que saber es que el sapo, cuando se estresa, libera una sustancia que es tóxica. Hemos tenido un caso, lamentablemente, de un perrito que falleció por estar en contacto con un sapo, por morderlo. Lo que quería avisar es que tengan cuidado. Obviamente, que al sapito no hay que hacerle nada. Simplemente sacarlo del patio, lavar rápidamente la boca del animalito para sacarle el tóxico. En un perro de tamaño grande no va a pasar nada más que una irritación en la boca, en los ojos, ulceras corneales, diarrea, vómitos. Pero en un animal chiquito de tamaño, como un caniche, por ejemplo, corre riesgo de vida” finaliza la entrevista la Veterinaria Gabriela Steinmetz.