La Asociación Italiana comienza el cobro de las cuotas a los socios.

Habló sobre este tiempo de stand by que planteó la pandemia para una entidad que había logrado, a principio de este año, algo largamente soñado: el reinicio de las proyecciones cinematográficas, con la firma de un convenio con una empresa que se dedica a esto.

“Planificar el futuro es prácticamente imposible. Mantengo contacto con el concesionario de la sala, con Mariano Casal, y está en la misma incertidumbre. Los escenarios que la gente del sector imagina es, como mínimo, abrir con restricciones en julio. O de máxima en octubre. Pero son hipótesis, más bien expresiones de deseo. No tenemos muy claro cómo sigue la historia”.

Esta situación “de fuerza mayor escapa a todo lo que pueda estar establecido en el contrato. De manera tal que habrá que llegar a un acuerdo de partes, a ver cómo puede seguir en el caso que la empresa quiera y pueda seguir”.

En cuanto al uso de la sala, por fuera del cine, “una parte tiene que ver con el teatro que viene con las giras nacionales, que no había empezado todavía. Quedó inconclusa la presencia de Pilar Sordo, que, por este momento, estamos devolviendo las entradas. Había más de 200 localidades ubicadas. El otro rubro, el de los alquileres locales, tanto para academias de danza, idioma y, obviamente, el convenio que anualmente se firma con la Municipalidad, aún no está firmado este año. Pero no está claro cómo se van a poder seguir llevando adelante estas actividades. Escapa a nuestras decisiones determinar el cómo”.

Sobre las clases de italiano, que cada año brinda la Asociación y que este 2020 no habían empezado, dice Zilio que “estuvimos evaluando la posibilidad de brindarlas en forma virtual. Pero la mayoría de los alumnos optó por no. Por distintos compromisos o circunstancias. Por lo tanto, eso también está a la espera de ver qué es lo que podremos lograr al respecto”.

En los días próximos habrá una reunión virtual de la Comisión Directiva, “para establecer algunos criterios, a medida que se vayan abriendo las actividades”.

Se agradece a los asociados, “porque lo que sí hemos iniciado es la cobranza de cuotas. Los cobradores están saliendo, y la gente está respondiendo, aportando. Si bien no son cifras importantes, en este momento es casi nuestro único ingreso genuino. Para mantener los costos de operación mínimo nos viene muy bien”.