08/10/2021EDUCACION

“Seguir trabajando en inclusión va a hacer que seamos una sociedad mucho más inclusiva y abierta”

Cecilia Fernández es docente y desde hace 17 años trabaja en el Servicio de Disminuidos Motores que tiene la Escuela Especial N° 501 de nuestra ciudad. Es ese un servicio que cumplió, en septiembre, 25 años, que se celebraron el último miércoles 6 de octubre, casualmente en el Día de las Personas con Parálisis Cerebral.

Dicha jornada apunta a generar conciencia sobre la necesidad especial que tienen muchas personas. Consultada respecto de eso, Fernández contó que, dentro del servicio de discapacidad motora, tienen a 16 alumnos, de los cuales quince padecen parálisis cerebral.

Al preguntarle sobre qué representa para ella trabajar en éste área, dijo que “es un desafío constante porque depende de su lesión y discapacidad la necesidad educativa que requieran”. 

Profundizó entonces, que, dentro del servicio local, tienen a los asistentes divididos en dos grupos: alumnos con discapacidad motora y alumnos con discapacidad múltiple, donde los alumnos con discapacidad motora siguen la trayectoria educativa con el currículum de la modalidad de primaria, es decir, aprenden matemática, sociales naturales, construcción de la ciudadanía, Educación Sexual Integral, pero con el tiempo y ritmo que necesiten.

Por otro lado, los alumnos con discapacidad múltiple siguen su trayectoria con el currículum que es propio de la modalidad de educación especial, donde “el desafío es aún mayor porque tienen problemas, sobre todo, en lo que es la parte comunicativa y de intención comunicativa”.

Puntualmente sobre sus 17 años de labor y las experiencias que la han emocionado, Cecilia Fernández aseguró que “anécdotas hay muchísimas porque tenemos una gran ventaja y es que, al estar tanto tiempo con los mismos alumnos, uno puede vivir su trayectoria educativa de otra manera y forma parte de su vida escolar y, muchas veces, familiar”. 

En ese punto, confirmó que les sorprenden, día a día, los pequeños logros que van teniendo: “Para nosotros es maravilloso ver que un chico que, cuando recién entró, lloraba desconsoladamente y lo teníamos que pasear por las galerías porque no podíamos estar en el salón, de repente se hace entender cuando quiere que lo cambien o sonríe cuando una actividad le agrada. Son pequeños logros que, para nosotros, son conquistas muy importantes” relató Fernández en el aire de la 101.3.

Son esas sonrisas y experiencias “algo que no se puede expresar con palabras y queda grabado en la piel y en el corazón de uno” aseguró Fernández, expresando que “la sonrisa intencional que te hace un alumno es la mejor recompensa que podemos tener dentro de esta profesión, porque todos los días es un desafío y tenemos una planificación establecida, pero nunca sabemos a qué resultados vamos a llegar”.

Contó, además, que el trabajo con las familias es fundamental, dado que son “un pilar importantísimo” dentro del proceso educativo, “porque depende de cómo el alumno o la alumna se conduzca dentro de la familia y con sus hábitos cómo trabajamos dentro del aula. Ese compromiso, codo a codo, que tenemos con las familias, nos va llenando el alma”.

A modo concluyente, Cecilia Fernández hizo extensivo un mensaje a la comunidad para que la inclusión no quede en una expresión vacía de contenido, sino que pase a ser una realidad: “Me gustaría agradecer, primero, porque son muy abiertos en cuanto a lo que refiere a discapacidad, construyeron rampas y nos escuchan ante nuestras inquietudes. Pero el mensaje sería que todo eso se convierta en un hábito y nos empiece a importar espontáneamente, para pensar en el otro con discapacidad y en los adultos o personas que tienen bebés. Creo que hay que pensar seriamente en hacer más rampas y demás. Pero seguir trabajando en esto va a hacer que seamos una sociedad mucho más inclusiva y abierta”.