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19/03/2018 • EDUCACION
Ana Bertucci y Nora Sosa emocionadas. Fueron despedidas por la comunidad educativa de la Escuela de Educación Secundaria N° 2 del Pueblo Santa Maria.
Se alejan del sistema docente por los beneficios jubilatorios. Después de muchos años de servicios una deja la secretaria y la otra la educación física. Recuerdos, gratas anécdotas, pero una inmensa emoción al leerse los libros de actuación profesional. Una despedida que contó con la presencia de familiares, colegas, cooperadora, personal de servicio y alumnos. Ana y Nora dejaron su impronta, dedicando con todo amor y compromiso una actividad y un destino que fue elegido por ambas. Pueblo Santa Maria agradeció los servicios prestados.
Como no podía ser de otra manera el viernes hubo un sinnúmero de emociones reflejadas en los mensajes que ofrecieron los allegados de Nora Sosa y Ana Bertucci, más el acompañamiento de sus seres queridos y la proyección de sendos videos que con mucha informalidad y buen gusto se editaron para la oportunidad.
Tras la bienvenida de las dos docentes por parte del cuerpo directivo de la Escuela de Educación Secundaria N° 2 del Pueblo Santa Maria, la Directora del establecimiento, Karina Barreneche, leyó el comienzo y el final de los cuadernos de actuación de las dos docentes.
Más tarde las palabras alusivas donde para Ana Bertucci fue elocuente el mensaje que dejó, y siempre con una cuota inmensa de emoción, de parte de la ex Directora Patricia Maier de Schroh, quien despidió a quien casi durante 20 años fuera su secretaria.
Para Ana Bertucci hubo presentes recordatorios de su familia, de la cooperadora, para quien fue calificada como una trabajadora más de ese organismo, motor fundamental de distintas actividades que se organizan en la institución educativa.
Para Nora Sosa fue invitado muy especialmente el Profesor de Educación Física Gustavo Delgado, quien de manera descontracturada y muy franca reflejó el quehacer de la Profesora de Educación Física, sus momentos felices y todas las dificultades que juntos supieron vencer frente a algunos tiempos de adversidad.
Para las dos docentes siempre quedó flotando la sensación de que trabajaron y se dedicaron con todo amor, priorizando fundamentalmente al ser humando, ya que detrás de cada alumno, detrás de cada compañero de trabajo, no había solamente un nombre, sino que había una persona con sus vivencias, sus problemáticas, sus realidades, que debían ser específicamente atendidas y actuar en consecuencia.
Ana y Nora se despidieron recordando momentos inolvidables en su quehacer profesional, en una escuela y en un pueblo que eligieron por sus características, su respeto, su pertenencia, sus tradiciones, por lo cual en sus palabras hubo reiterados agradecimientos, valorando el sentido de la amistad, la confraternidad y fundamentalmente la dedicación para la educación, preparando a los jóvenes del Pueblo Santa Maria para la vida.
Flores, presentes recordatorios, innumerables abrazos formaron parte de una escenografía que se había preparado con gran dedicación para demostrar que era el tiempo de la cosecha, que estaba plenamente compuesta de agradecimientos por tantos años compartidos y maravillosas experiencias, como han sido los viajes por distintas provincias argentinas, donde no solo se logran profundizar conocimientos, sino que se afianza una relación que en estos momentos adquiere mayor relevancia.
No faltaron las anécdotas risueñas, como las pasas de uva para el füllsen que conto Anita o el carácter tan afable de Gustavo Delgado cuando se refirió a su vinculación profesional con Nora.
Pero como siempre se advierte un sentido muy grande de pertenencia hacia la Escuela, el sentido de agradecimiento de la comunidad y así lo hizo saber Marta Holzmann en nombre de la Cooperadora al momento de entregar presentes a las dos docentes que seguramente y tras el acto o después de los videos han revivido los momentos más importantes en sus respectivas carreras docentes.
Las dos docentes fueron luego agasajadas muy especialmente con una cena de camaradería que se ofreció en el salón de usos múltiples del magnífico edificio del establecimiento secundario del Pueblo Santa Maria.
Tras la bienvenida de las dos docentes por parte del cuerpo directivo de la Escuela de Educación Secundaria N° 2 del Pueblo Santa Maria, la Directora del establecimiento, Karina Barreneche, leyó el comienzo y el final de los cuadernos de actuación de las dos docentes.
Más tarde las palabras alusivas donde para Ana Bertucci fue elocuente el mensaje que dejó, y siempre con una cuota inmensa de emoción, de parte de la ex Directora Patricia Maier de Schroh, quien despidió a quien casi durante 20 años fuera su secretaria.
Para Ana Bertucci hubo presentes recordatorios de su familia, de la cooperadora, para quien fue calificada como una trabajadora más de ese organismo, motor fundamental de distintas actividades que se organizan en la institución educativa.
Para Nora Sosa fue invitado muy especialmente el Profesor de Educación Física Gustavo Delgado, quien de manera descontracturada y muy franca reflejó el quehacer de la Profesora de Educación Física, sus momentos felices y todas las dificultades que juntos supieron vencer frente a algunos tiempos de adversidad.
Para las dos docentes siempre quedó flotando la sensación de que trabajaron y se dedicaron con todo amor, priorizando fundamentalmente al ser humando, ya que detrás de cada alumno, detrás de cada compañero de trabajo, no había solamente un nombre, sino que había una persona con sus vivencias, sus problemáticas, sus realidades, que debían ser específicamente atendidas y actuar en consecuencia.
Ana y Nora se despidieron recordando momentos inolvidables en su quehacer profesional, en una escuela y en un pueblo que eligieron por sus características, su respeto, su pertenencia, sus tradiciones, por lo cual en sus palabras hubo reiterados agradecimientos, valorando el sentido de la amistad, la confraternidad y fundamentalmente la dedicación para la educación, preparando a los jóvenes del Pueblo Santa Maria para la vida.
Flores, presentes recordatorios, innumerables abrazos formaron parte de una escenografía que se había preparado con gran dedicación para demostrar que era el tiempo de la cosecha, que estaba plenamente compuesta de agradecimientos por tantos años compartidos y maravillosas experiencias, como han sido los viajes por distintas provincias argentinas, donde no solo se logran profundizar conocimientos, sino que se afianza una relación que en estos momentos adquiere mayor relevancia.
No faltaron las anécdotas risueñas, como las pasas de uva para el füllsen que conto Anita o el carácter tan afable de Gustavo Delgado cuando se refirió a su vinculación profesional con Nora.
Pero como siempre se advierte un sentido muy grande de pertenencia hacia la Escuela, el sentido de agradecimiento de la comunidad y así lo hizo saber Marta Holzmann en nombre de la Cooperadora al momento de entregar presentes a las dos docentes que seguramente y tras el acto o después de los videos han revivido los momentos más importantes en sus respectivas carreras docentes.
Las dos docentes fueron luego agasajadas muy especialmente con una cena de camaradería que se ofreció en el salón de usos múltiples del magnífico edificio del establecimiento secundario del Pueblo Santa Maria.
