HOYDEPORTES

Hockey. Eugenia Bardi: “Siempre mi familia me acompañó en esto que me gusta tanto. Creo que por eso lo pude vivir tan apasionadamente”

Esta nueva edición de Suárez es Hockey es, sin dudas, una de las más especiales. No solo vamos a conversar con una entrenadora y jugadora con una trayectoria de más de 25 años dentro de este hermoso deporte, sino también con alguien muy especial para mí: la persona que me vio nacer como jugadora.

Recuerdo como si fuera ayer la primera vez que mi mamá me llevó al club para jugar al hockey. En ese entonces, la cancha era de pasto. Y ahí me recibió Euge, quien me formó como jugadora y persona, junto a Lucho Ferlosio, a quien no puedo dejar de mencionar. 

Con Euge hemos reído, ganado, perdido y crecido. Me conoce casi como la palma de su mano (sabe, por ejemplo, cuánto me cuesta ir a entrenar cuando hace frío), y sabe perfectamente qué puedo aportar —y qué no— a un equipo.

Señoras y señores, estamos ante una verdadera eminencia del hockey de nuestra ciudad: Eugenia Bardi. Madre, profesora de matemática, directora técnica de hockey y jugadora.

Marina: Hola Euge, ¡muchas gracias por sumarte al programa! Para comenzar con la entrevista, me gustaría que nos cuentes sobre tus inicios como jugadora en Buenos Aires. ¿En qué club jugaste y hasta qué categoría?

Euge: Yo empecé a jugar a los seis años, cuando me lleva mi papá a Hindú, que era el club de Don Torcuato, donde vivíamos. Arranqué en Octava división, y seguí en el club hasta Primera división, donde empecé a jugar a los 16 años. Dejé de jugar en el club cuando me vine a vivir a Suárez, que ya estaba con Marcelo, mi marido, y teníamos a Tomi de un año. Eso fue cuando yo tenía 23 años.

Marina: ¿Cómo fueron tus comienzos en el hockey de Coronel Suárez? ¿Cuáles fueron esas primeras sensaciones?

Euge: Llegué a los 23 años a Suárez, y el hockey era muy importante en mi vida, ocupaba un rol muy importante, pero cuando me vine a Suárez tardé cuatro años en volver a jugar. La verdad que lo menospreciaba un poco al hockey de Suárez, y siento que fue un momento de mi vida en donde le quería poner energías a otras cosas. Me quería terminar de recibir para poder empezar a trabajar, asique creo que no era el momento en esos años para continuar con el deporte. Caty Carballo y Vero Irizar me llamaron durante esos cuatro años, varias veces, para entrenar en el club Coronel Suárez Rugby & Hockey, y cuando me recibí hice el clic, y finalmente arranqué a trabajar en el año 2004. 

Durante esos años habían estado jugando en la liga de Bahía Blanco, pero ese año por diversas razones estaban jugando en la liga de Suárez. Estuvimos solo 6 meses en esa liga, y al año siguiente, en el 2005, arrancamos otra vez a jugar en la liga de Bahía Blanca. Arranqué como entrenadora en quinta división. En Bahía Blanca solo había quinta y primera división en ese momento, y el club solo tenía quinta, no tenía cantidad de gente para armar una primera. Fue un desafío súper grande porque nunca se me hubiera ocurrido ser entrenadora, pero la verdad que el tiempo me hizo ir creciendo, ir aprendiendo y empecé a ocupar un rol que me fascinó. Fue una pasión que apareció casi sin querer, podría decirte, y me encantó. Hoy son casi 25 años trabajando de eso.

Marina: ¿Cómo lograste compaginar la maternidad con el deporte? ¿Cuáles han sido los desafíos más grandes?

Euge: Cuando arranqué a trabajar en el club, ya lo tenía a Tomi y a Manu, mi hija. Manu tenía dos años. Capaz recordás que iba a entrenar con Manu. Manu daba vueltas, corría, y cuando se cansaba se tiraba arriba de un bulto de camperas y se quedaba dormida. La protegía del frío y yo seguía dando el entrenamiento. 

Desde que yo estaba en Buenos Aires toda mi familia vivía el deporte: mis hermanas jugaban, mis papás nos iban a ver, nos acompañaban un montón. Cuando me puse de novia con Marce, él no se perdió ni un partido. Entonces, siempre mi familia me acompañó en esto que me gusta tanto. Creo que por eso lo pude vivir tan apasionadamente. Porque tenía mucho el acompañamiento de mi familia atrás. Mis hijos lo vivieron junto conmigo. A Manu no le quedó otra que arrancar hockey después (entre risas), y Tomi empezó fútbol porque no había hockey masculino, sino pienso que también hubiera arrancado. A los dos les tocó acompañarme, no les quedaba mucha otra opción. Era mi trabajo y yo tenía que hacerlo, y por suerte podían venir conmigo, no era como en otros trabajos que no podés llevar a tus hijos. Teníamos muchos viajes a Bahía en esos años, para jugar los fines de semana, y Marce al pie del cañón siempre. Yo podía hacerlo porque Marce se quedaba el sábado con los chicos.

Marina: En este doble rol de jugadora y entrenadora: ¿Qué es lo que más te gusta de entrar a la cancha como jugadora y qué es lo que más disfrutás de ser entrenadora? 

Euge: Apenas vine a Suárez menosprecié al hockey de acá y no me llamaba jugar, pero cuando empecé a entrenarlas a ustedes, y yo estar ahí afuera viéndolas, me llamaba un montón jugar. El bichito de la competencia se volvió a despertar, asique juntamos gente y armamos una Primera. Participamos dos años en Bahía Blanca con esa primera, pero después nos exigían jugar en sintético, asique la primera no pudo mantenerlo y ahí muchas jugadoras se fueron a Deportivo Sarmiento. Luego, presentamos una segunda para poder seguir jugando en Bahía Blanca. Ahí retomé la pasión de jugar y no paré hasta hoy. Me está costando mucho decir basta, y dar el paso al costado. No sé cuándo lo haré, el cuerpo por ahora, todavía, me lo permite. Cuando comenzaste desde tan chica es difícil dejarlo, es casi como una adicción. Y gracias a esa adicción, me mantengo haciendo actividad física. He intentado hacer otra actividad y, si no tiene la competencia, me cuesta mantenerla en el tiempo. Te diría que lo que más me gusta de jugar es la competencia. Por otro lado, al ser un deporte en equipo me da otras cosas, como el apoyo que uno tiene de sus compañeras, las ves tantas veces en la semana y compartís tantas cosas, que se forma un vínculo muy importante. Te apoyan, te ayudan cuando estás mal. También compartís momentos lindos. El grupo es algo muy gratificante que tiene este deporte. La competencia y el grupo. 

Y como entrenadora, lo que más quería, siempre desde el principio, bien clarito lo tuve y creo que se notó, fue tratar de transmitir que puedan sentir esa pasión por este deporte, que a mí me parece que es hermoso. Tratar de hacerles notar que el grupo te ayuda, sea a distenderte del estrés del estudio… quería mostrarles eso a las chicas. Cuántas ventajas tiene jugar este deporte y lo lindo que es. Creo que en algunas lo logré, no sé si en todas. No sé si todas lo han podido vivir como a mí me hubiera gustado que lo vivan, pero sé que muchas lograron sentir eso. Al día de hoy, me encuentro con esas caritas en el club, ya ahora más grandes, que volvieron y siguen jugando o se acercan al club. Eso me llena el corazón.

Marina: Actualmente estás entrenando al primer equipo de caballeros de Rugby & Hockey Club, ¿qué objetivos tienen para este año? ¿cuáles son las diferencias de entrenar a damas que a caballeros?

Euge: Este año había intentado dejar de ser entrenadora, pero el club estaba intentando tener una categoría nueva, que era de caballeros. Pensábamos que estaba cubierta, que tenía entrenador, pero por proyectos personales de esa persona quedó pospuesta esa cobertura, asique los chicos estaban sin entrenador. No se me cruzó por la cabeza dejarlos en banda, ni lo dudé. Sabía que era súper complicado porque en la semana tengo mi otro trabajo, soy Profesora de Matemática. Además, el sábado estoy todo el día en el club, por el tema de que juega Olivia, mi hija menor, y después juego yo o a veces hago la cantina. Entonces, entrenar a los caballeros implicaba destinar el domingo también a hockey. Pero sé que es hasta que aparezca alguien, y lo hago con mucho gusto, la paso muy bien, es un grupo muy divertido, muy colaborador y atento. Te lo agradecen y te hacen sentir muy bien. Lo estoy haciendo con mucho placer, me gusta mucho. Es un desafío súper grande porque no solo es que estoy cambiando de sexo (nunca trabajé con varones), sino también la edad. Siempre trabajé con menores de 18 años, y con el adolescente yo me siento muy cómoda. Había arrancado a entrenar a la Segunda división hace dos años, donde me sentí bien y encaré con los Caballeros. 

A veces es difícil, en el sentido de que hay pensamientos o sensaciones que no me puedo ni imaginar qué es lo que sienten ellos. Por ejemplo, nos están tocando partidos donde perdemos por muchos goles, y con las adolescentes yo estaba segura de que podía convencerlas de que el resultado no era lo importante, de que había un montón de otras cosas importantes para analizar. Pero acá, con los varones que es una categoría totalmente competitiva, a veces tengo miedo de no poder convencerlos de eso. Por ahora parecería que sí. El desafío es muy grande. El objetivo que nos estamos poniendo, por lo pronto, es el de armar bien el grupo, que ya desde el año pasado lo estábamos trabajando. Por suerte el grupo ya está más estable, sabemos con quienes contamos, con quienes estamos trabajando, lo cual es un gran punto. Ahora el objetivo que sigue, es el de ir mejorando, día a día, entrenamiento a entrenamiento, partido a partido. Por eso trato de convencerlos de que, si hoy nos metieron 6 goles, que no vean eso, sino que piensen en el siguiente partido, a ver qué es lo que pasa.  Que, si hubo ciertas correcciones en un partido, está bien, ahora hay que lograr al siguiente partido ir mejorando esas correcciones, despacito, pacito a pacito, ir trabajando firme. Hay muchísimo para trabajar y crecer, lo importante es eso: seguir creciendo y confiar en el proceso.

Marina: ¿Cómo podemos iniciarnos si quisiéramos ser directores técnicos? ¿Qué cursos o capacitaciones recomendás?

Euge: por todo lo que te conté te das cuenta que cualquiera puede ser entrenador, lo importante es hacerlo con muchas ganas, mucha decisión, mucha pasión. Y después, vas creciendo no solo con el tiempo, no solo con los partidos, sino cuando compartís charlas con colegas. En esas charlas te vas enterando de cursos, vas compartiendo cursos, la misma asociación nos está obligando a hacer capacitaciones. También están los viajes con los seleccionados, que te hacen crecer muchísimo en poco tiempo, es todo tan intenso que no te queda otra que crecer. En síntesis, es necesario realizar cursos, pero más que nada te hace crecer el día a día y el compartir con tus colegas que te ayuda un montón. 

Marina: Por último, Euge, ¿qué significa el hockey para vos?

Euge: La verdad que tiene un rol muy importante en mi vida y siempre lo tuvo. En un principio, cuando papá me llevó, creo que en su momento me ayudó a formarme en un montón de aspectos importantes para mi vida: lo que es la amistad, el compañerismo, la responsabilidad -pero porque querés ser responsable y comprometerte con otra persona, que es tu compañero o tu amiga-. Eso lo aprendí de chica, y lo aprendí jugando, entrenando, compartiendo. Son aprendizajes que no te das cuenta. Después, en la adolescencia, también. Fue complicado porque papá murió, mamá trabajaba mucho y el hockey fue un soporte para mí. Porque podría haber pasado cualquier cosa en mi adolescencia. Pero gracias a que tenía que acostarme temprano, no tomar alcohol porque al otro día jugaba, me ayudó a no perderme. Y el grupo de amigas, que también me acompañaba. Luego, cuando me mudé a Suárez, también fue súper importante. Pensá que yo en Suaréz no conocía a nadie, fue fundamental para empezar a entablar relaciones. Veo que también transmití eso a mis hijas, veo que es importante para ellas y las ayuda. Y me gusta, me parece que está bien y es súper sano. 

Marina: Bueno Euge, muchísimas gracias por contarnos tu historia dentro del mundo del hockey. Le mandamos un saludo grande a Marce, Tomi, Manu y Oli. 

Queridos lectores, espero que hayan disfrutado tanto como yo de esta entrevista. ¡Hasta la próxima semana!

 

Títulos breves
1 La Liga de Madres anuncia una Súper Feria con precios muy accesibles el viernes 9 de mayo de 10 a 14 hs.
2 “Juntos por la Parroquia de Pueblo Santa María”: gran tallarinada el 25 de mayo. Organiza el grupo colaborador de la Iglesia. Domingo 25 de mayo en el Salón Parroquial de Pueblo Santa María. Valor de la tarjeta $20.000. Habrá bingo, venta de pasteles y café. “Finaliza el día patrio con un pericón institucional”.
Reservas al 2926 403296. Llevar vajilla.
3 La Dirección de Cómputos y Recaudación de la Municipalidad de Coronel Suárez informa a la comunidad que todas las tasas municipales pueden ser abonadas a través de Provincia Net.