06/05/2020COMERCIO

“Enfrentar esto, pensando que siempre que llovió… paró”.

El comercio es Jesu An de Jesús y Ana Martinez Con más de 40 años de actividad comercial. Sus principios fueron en venta ambulante, por los campos, llevando ropa y otros artículos para los trabajadores rurales y sus familias, en años en que no se viajaba tan seguido a los centros urbanos.

Con tantos años en el comercio, Jesús Martínez ha pasado muchas crisis. Por eso lo entrevistamos para preguntarle, ¿cómo hace para sortear esta situación, que es tan especial y tan desafiante para los comercios del mundo entero y de la Argentina en particular, que ya venía en crisis?

Cuenta que por el año 1977, cuando se encontraba trabajando en relación de dependencia, tuvo la inquietud de independizarse. Regresaba entonces del servicio militar, y le planteó a su familia de Pigüé que quería dejar de trabajar en forma dependiente. A los no que le dijeron entonces les propuso un desafío.

“Ese desafío comienza cuando nos casamos con Ana María y entendemos esto, por el año 1978, cuando inauguramos la actividad comercial, un 6 de noviembre. La empezamos a luchar juntos. Y a veces en la vida es muy importante contar con una compañera que te acompañe en las buenas y en las malas.

No todo es color de rosa. Hubo momentos difíciles. Empecé haciendo una actividad ambulante, que me llevó tres años más o menos. Mi señora estaba en el comercio chiquito, que teníamos. Por ahí no pude ver la niñez de mis hijos –me duele cuando lo cuento-, me levantaba muy temprano y me iba cuando estaban durmiendo, y regresaba cuando estaban otra vez durmiendo”.

Dice que “no hay nada fácil en esta vida. Simplemente hay que ponerle ganas, entusiasmo, y sobre todas las cosas hacer bien lo que a vos te gusta. Eso es un factor importantísimo”.

Agrega que “acá en este país hemos visto, en estos 42 años de actividad comercial, cómo a veces dicen ‘mañana aumenta el gas un 60%, aumenta lo otro’, y sin embargo vamos y lo pagamos. O sea, estamos acostumbrados a todo esto”.

El desafío, “en este momento, es, primero, agradecerle a Dios que nos levantamos. Y luego ponerle las ganas. Me acuerdo que cuando comienzo a hacer el nuevo local, por el año ´91, hablo con el Ing. Larumbe, quien me dejó una linda enseñanza. Que a veces la juventud de uno no está por fuera, sino que está por dentro. Son cosas que te quedan grabadas en la vida. Nos decía también que ‘no todos servimos para todo, pero todos servimos para algo’. Hay una cosa que me dijo que ‘cuando cesa el esfuerzo comienza el fracaso’. Esto lo empleé, no solo en la parte privada, sino en las distintas instituciones. Cuando cesamos con las ganas de hacer cosas fracasamos. Hay que seguir por ese camino, que a veces es difícil, pero no imposible”.

¿Cómo están sorteando la situación hoy, en el marco de esta pandemia? Responde Jesús Martínez que “en este momento tenemos tres días para trabajar, jueves, viernes y sábado, entre las 9 y las 15 horas. Atendemos uno por turno. Y pasada las 13 horas ya no anda nadie en este rubro. Habíamos propuesto al Intendente atender desde el lunes y cuatro horas por día. Para ofrecer una continuidad. Este es un rubro donde la gente quiere ver físicamente la prenda, lo que se tiene para ofrecer. Es muy distinto a mandarle una foto a través del WhatsApp. No es lo mismo. Y la experiencia indica que la gente entra por un determinado artículo y una vez dentro ve otros y se lo lleva. Tendremos que esperar, primero está la salud. Yo creo que a partir de la semana que viene van a flexibilizar con respecto a horario y otros rubros”.

Jesús Martínez, con la sabiduría que dan los años de experiencia y las crisis atravesadas, cierra la nota diciendo que “siempre que llovió… paró”, por lo que invita a no desesperarse, reinventarse si es necesario y esperar el momento en que esta situación particular transcurra.