Anahí Galbo: “la discapacidad no viene de las personas que portan una necesidad, sino del entorno y de las barreras que esto conlleva”

Anahí es una persona que tiene necesidades especiales, trabaja desde hace varios años en la Dirección de Discapacidad (este año ha realizado teletrabajo, porque es una persona de riesgo), y es quien conoce mucho sobre discapacidad y sociedad. Por sí misma, y por el trabajo que realiza.

Consultada en torno a cuán integradora es la ciudad, y la sociedad toda, cuánto se avanzó y cuánto hay que seguir trabajando al respecto, manifiesta que “este día tiene el objetivo de promover los derechos y el bienestar de todas las personas con discapacidad en los ámbitos sociales. Este año la OMS propone el lema ‘Un día para todos’. Lo que busca es hacer visible la discapacidad, que nos puede llegar a tocar a todos, en cualquier momento de la vida. Ya sea en forma permanente o transitoria. Y para esto la sociedad debe estar preparada. Por eso, el foco es UN DÍA PARA TODOS”.

Analiza que “en el último tiempo se ha ido avanzando mucho, pero también veo que hay muchas leyes u ordenanzas que hablan de lo que es la inclusión, pero, a la hora de aplicarlas, siempre se traban. Hablamos mucho, todo el mundo conoce lo que son las barreras arquitectónicas, las barreras en educación, o en los ámbitos laborales, pero, siempre, veo que sigue estando esa barrera. No todos podemos acceder a los ámbitos sociales y llevar una vida como cualquier otro. Por eso hay que tomar en cuenta que la discapacidad no viene de las personas que portan una necesidad, sino del entorno y de las barreras que esto conlleva”. 

Es que, explica Anahí Galbo, “el concepto de discapacidad fue evolucionando. Hace muchos años hacían hincapié en lo que no se podía hacer o en el problema que tenía la persona. Hoy se habla de la barrera que tiene el entorno. Porque una persona puede llegar a ser plena cuando no encuentra ningún tipo de barreras para realizar su vida diaria”.

Al hablar sobre su propia vida, Anahí Galbo dice que “por suerte he tenido un apoyo familiar importante. Y siempre he perseverado y he seguido para adelante. Muchas veces me he encontrado con barreras. Eso no me dificultó para decir ‘no hago más esto’, o ‘no salgo más a la calle’. Me he chocado con situaciones, he intentado hablar con las personas, explicarles, y gracias a Dios puedo transitar una vida bastante plena, siempre con los apoyos, tratando de concientizar al otro, en lo que falta”.