El suarense Matías Schechtel hizo cumbre en el Aconcagua: “Es un desafío muy lindo y gratificante”
Desde hace siete años el deportista se estaba preparando con el objetivo firme de llegar a cumplir su expectativa: “En la montaña y en la altura hay que darle tiempo al cuerpo para que se adapte y en esa oportunidad no pudo ser” dijo, recordando su experiencia de 2018. En ese sentido, contó que el 22 de febrero último, con menos entrenamiento pero con más cabeza, pudo lograrlo: “La parte física siempre tiene que estar, pero el Aconcagua y las altas montañas en general tienen el factor de la altura, que implica tolerancia y una predisposición emocional que es lo que te va a dar la posibilidad de enfrentar la cumbre o no, además de la parte del clima” explicó Schechtel, agregando que muchas veces uno hace todo bien, pero el clima juega una mala pasada.
Relató el entrevistado que, previo a hacer cumbre sobre finales del pasado mes, estuvo cerca de doce días en diferentes campamentos donde se fue aclimatando para lograr este suceso.
Schechtel, que actualmente reside en Ushuaia, está estudiando Guía de Trekking desde hace dos años y decidió abordar esta aventura con un compañero de allí y con otros de Mar del Plata: “Compartimos varias travesías. Yo tenía experiencia en alta montaña y muchas ganas de hacerlo, así que decidimos ir también con los conocimientos previos que teníamos” contó.
Y, por otro lado, sobre los cuidados y precauciones que debe tener quien quiera animarse a hacer lo mismo, el entrevistado dijo: “En Suárez, si bien tenemos Sierra de la Ventana cerca, son montañas chicas. En mí caso, me gustaba ir a las sierras, pero me parecía que el montañismo terminaba ahí, hasta que decidí ir de viaje a otras provincias y me llegó el turno del volcán Lanín, para lo que me preparé y fue un desafío enorme”.
De ese modo, fue que Matías Schechtel comenzó a ganar experiencia en montañismo y recomendó a aquellos que tienen ganas o interés en hacerlo, pero no se animan: “Entrenar una parte aeróbica, correr mucho y fortalecer siempre las piernas y la espalda en lo que son los lumbares, porque uno camina muchas horas con la mochila que lleva, como mínimo, diez a doce kilos”.
Claro que señaló que llegar a hacer cumbre no es algo que se logra de la noche a la mañana, sino que requiere de la constancia y el entrenamiento de quien quiera alcanzarlo: “El movimiento del día a día en el ejercicio tiene que estar. Si se puede hacer bicicleta o ir a natación, mucho mejor” confió el entrevistado a La Nueva Radio Suárez, alentando a todos a que se animen, pero que lo hagan con conciencia y seguridad.
“Es un desafío muy lindo. La montaña es hermosa y es muy gratificante” aseguró el deportista, quien, consultado sobre cuál es su próximo objetivo, indicó no tener nada concreto planeado, aunque sí muchas ideas en mente.