14/04/2021TRADICIONES

“La gente que vive en San José quiere mucho a su pueblo. Eso se ve en el cuidado de cada hogar”

Lo dijo Manuel Ángel Valea, habitante de Pueblo San José, destacando lo valioso de la comunidad en el marco del 134° aniversario de su fundación

Manuel Valea nació en la segunda Colonia Alemana, pero se identifica como un alemán por adopción.

En la entrevista con La Nueva Radio Suárez dijo: “no soy de la misma etnia que el 99 % de la gente que vive en Pueblo San José. Por eso me digo que soy un alemán trucho. Pero a todo gusto”.

Contó que su abuelo, en 1.889, puso un negocio en Coronel Suárez, frente a lo que era el Hotel Torino: “en esa esquina tenía un negocio de venta de alimentos y despacho de bebidas. Iba mucha gente de San José a comprar y como los caballos eran muy briosos los ataban en la Estación, porque se escapaban dos por tres, disparando con los carros por el Pueblo. Le dijeron a mi abuelo que fuera a la Colonia, porque les hacía falta un negocio de ramos generales y que le conseguían un lugar donde se podía alquilar”. 

Eso fue en el año 1.917 y lo que comenzó como un almacén de ramos generales y despacho de bebidas se transformó luego en una especie de corralón, con bazar, ferretería y talabartería. Así, la familia Valea “quedó afincada en San José, y yo espero terminar mis días acá, en este pueblo”, dice Manuel.

Con su memoria impecable, dijo el entrevistado que “la historia de Pueblo San José está plagada de momentos buenos y momentos muy malos. Yo recuerdo que, cuando volví de La Plata, de estudiar, teníamos una problemática muy grande. Aquí había quedado la mitad de la gente; la otra mitad se había ido a buscar trabajo a Olavarría. Acá no había trabajo genuino, sólo el propio del campo”.

Recuerda que entonces estaban todos “muy preocupados. Porque parecía que el pueblo se moría, se venía abajo. Los chicos se recibían y se iban a otros lados. Hay gente de San José en Córdoba, Buenos Aires y otros lugares de la Argentina”.

Manuel Valea recordó que “surgió la idea de hacer una Junta Vecinal o algo parecido. La empezamos entre cuatro o cinco personas, y después fue aumentando con el tiempo. Tuvimos un buen acompañamiento, en ese momento, del que fuera Intendente de Coronel Suárez, Domingo Moccero”.

Logró, recuerda, el Escribano Moccero, “que Backellian (el empresario creador de Gatic) viera las manos de la gente de los Pueblos Alemanes, con mucha habilidad. Sabiendo eso, puso acá una escuela para enseñar a hacer balones. El Padre Agustín, que estaba en ese momento a cargo de la Parroquia, cedió el salón parroquial y ahí se empezó a hacer una escuela. Después, terminó en una especie de fábrica accesoria de Gatic”. 

Indica que “al señor Backellian nosotros lo tenemos que recordar en Coronel Suárez con mucho afecto. Porque en los Pueblos Alemanes se surtió de mano de obra y les cambió la vida a muchos. Mucha gente pasó de ser peón rural a ser personal de industria”.

Recuerda que, en el centenario de San José, “fue cuando se consiguió el gas en nuestro pueblo. Eso le dio un impulso muy grande a la comunidad”.

Hoy, mirando el pueblo que acaba de celebrar el 134° aniversario de su fundación, dice que “ha cambiado muchísimo. Hoy San José es un orgullo las casas que tiene, como se ha ampliado la edificación con los barrios que se construyeron. Y, fundamentalmente, los últimos barrios. El alemán siempre ha sido pulcro y servicial, yo creo que ahora esa pulcritud la ha aumentado. Los barrios están muy lindos, cuidados. Cada casa, con sus patios, todo muy cuidado. Se siente un gran sentido de pertenencia. Que se quiere el lugar donde se vive se comprueba a través de cómo se ven las casas, que es la expresión sincera de la gente que la habita. La gente que vive en San José quiere mucho a su pueblo”.