Sobre los fanatismos, contrario al pensamiento crítico
Consultada la Lic. Antonela Gros Aldecoa sobre la agresividad en diferentes esferas, incluso desde las que tienen que dar ejemplo, indicó que “el pensamiento fanático es una forma muy infantil, si se quiere. Porque no acepta alternativas ni aspectos contradictorios a lo que sostienen”.
Siempre da el mismo ejemplo, dice: “No vamos a lograr que un fanático de Boca o de River convenza a que su equipo es mejor a un fanático del otro equipo. Siempre va a haber, para el fanático, un elemento que va a dar cuenta que tiene razón y que no hay forma que la otra persona lo tenga”.
Contrapone a esto el pensamiento crítico. Indica que “es el que permite ver los aspectos positivos y negativos de la misma cosa. Se trata de la capacidad de mirar los aspectos favorables y desfavorables de un mismo objeto. El fanatismo a esto no lo permite. El fanatismo niega los aspectos negativos, no los puede tolerar. Por lo tanto, defiende a rajatabla los aspectos positivos de algo, ciegamente”.
Ahí es donde aparece “esto de la agresividad, la discusión, que termina siendo vana. Porque en términos políticos terminamos deshaciendo el lazo social, que es lo que nos sostiene y contiene, por defender solamente ideas o proyectos políticos”.
Pide “tomar en consideración las consecuencias o las implicancias que tienen cada una de nuestras posturas. Si defiendo a rajatabla una cosa, sin poder ver que hubo cosas que estuvieron mal, o que no salieron tan bien, estoy posicionado en un pensamiento que no es racional, que no es crítico, que no me permite hacer mi propia reflexión de las cosas, sino, simplemente, repetir un discurso. Y si eso lo uso para agraviar a otros que piensan diferente que yo, estoy rompiendo el lazo social que en épocas de crisis es lo único que nos va a sostener” finalizó Antonela Gros Aldecoa.