Reparación histórica y memoria viva: la UNS reconoció al suarense Daniel de Líbano Elorrieta como víctima del terrorismo de Estado
El joven de Coronel Suárez fue asesinado en 1975 mientras estudiaba Contador Público en la Universidad Nacional del Sur. Su legajo fue recientemente reparado en un emotivo acto conmemorativo en la casa de estudios bahiense.
Este 24 de junio, al cumplirse 50 años del asesinato de Daniel de Líbano Elorrieta, la Universidad Nacional del Sur (UNS) realizó su tercer Acto de Reparación de Fichas y Legajos de integrantes de su comunidad educativa víctimas del terrorismo de Estado. Entre los 19 casos reconocidos se incluyó el del joven suarense, cuya historia fue reconstruida tras una profunda investigación impulsada desde el Departamento de Humanidades.
Florencia Fernández, colaboradora, y Ana Inés Seitz, profesora de Historia en la UNS e integrante de la comisión técnica que lleva adelante la investigación de cada caso, dialogaron con La Nueva Radio Suárez para contar los detalles de esta reparación que busca sanar heridas abiertas desde hace décadas. “Esta es una reparación simbólica, pero profundamente significativa. Se trata de dejar asentado en la documentación institucional que Daniel no abandonó sus estudios, sino que fue asesinado en un contexto de violencia política e institucional”, explicó Seitz.
Daniel tenía apenas 20 años cuando fue secuestrado y asesinado en Bahía Blanca. Estudiaba Contador Público Nacional y había sido un alumno ejemplar: abanderado en la primaria y secundaria, deportista, solidario y muy comprometido con el estudio. Su historia, silenciada por décadas, comenzó a visibilizarse gracias al trabajo conjunto de investigadoras y familiares que aportaron recuerdos, documentos y testimonios. “Mi papá me había hablado de él, pero fue una búsqueda de muchos años hasta dar con su familia. Entrevistamos a sus primas Gabriela y Marina, y pudimos reconstruir su historia de vida”, relató emocionada Florencia.
Según detallaron, no se hallaron indicios de militancia política por parte de Daniel, algo que, aunque irrelevante a la hora de justificar el crimen, es una pregunta frecuente al hablar del contexto de la época. Su muerte, como la de tantos otros estudiantes, se dio en el marco del accionar de la organización parapolicial conocida como la Triple A, responsable de numerosos crímenes políticos durante la antesala de la dictadura cívico-militar.
“Hasta este año, su ficha estudiantil aparecía incompleta, como si hubiera dejado la carrera. A partir de la reparación, se incorpora una nota firmada por las máximas autoridades de la universidad, reconociendo que su desvinculación fue consecuencia directa de su asesinato en un contexto de persecución ideológica”, explicó Seitz.
El acto de reparación se realizó el 28 de mayo en Bahía Blanca, con una fuerte carga emotiva. Por pedido de la familia, Florencia asistió en representación de los allegados de Daniel. Durante la ceremonia, el rector de la UNS, Daniel Vega, pidió disculpas públicas por el largo silencio institucional. “Fue un momento muy fuerte, de reencuentros y reconocimientos necesarios. Para la familia, y para la comunidad, significa cerrar una herida con dignidad”, señaló Florencia.
Este acto se enmarca en una política de memoria, verdad y justicia aprobada por el Consejo Superior de la UNS en 2022 y que comenzó a ejecutarse en 2023. Se trata de una iniciativa que también se replica en otras universidades del país, en cumplimiento de un decreto presidencial de 2012 que impulsa la reparación de legajos universitarios afectados por la represión estatal.
La tarea continúa. “Quedan muchos casos por investigar. Año a año se van sumando nuevos legajos y familias a este proceso que busca reparar, desde la documentación institucional, lo que el Estado les arrebató. Y, sobre todo, dejar testimonio para las futuras generaciones”, expresó Seitz.
La historia de Daniel de Líbano Elorrieta, como la de tantos jóvenes truncados por la violencia política, ya no será solo un recuerdo familiar: ahora es también memoria viva y reconocida por la institución que lo vio estudiar y soñar con un futuro que le fue arrebatado.