Once muertes por día: el costo del analfabetismo vial en Argentina

Once muertes por día: el costo del analfabetismo vial en Argentina
"Las sanciones van apuntadas solamente a lo económico y no a lo educativo", dijo un especialista.
Argentina enfrenta un problema estructural en materia de seguridad vial: los siniestros de tránsito provocan la muerte de unas once personas por día en calles y rutas del país. De acuerdo con la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), en 2024 se registraron 4.027 fallecidos, lo que significó una reducción del 10,9% en comparación con 2023, aunque sigue siendo una cifra dramática. Se trata, además, del número más bajo desde la creación del organismo en 2008, pero que confirma que la problemática aún está lejos de resolverse.
El impacto de estos episodios no se limita a las víctimas fatales. Entre enero y julio de 2025, los servicios de emergencia asistieron a más de 12.000 personas en distintos puntos del país. Esto equivale a 82 atenciones diarias, un promedio que muestra la magnitud del fenómeno y el peso que tiene en el sistema sanitario.
Más allá de los números, especialistas advierten sobre un trasfondo cultural que agrava la situación: el analfabetismo vial. Así lo plantea el psicólogo y capacitador Ramiro Parsi, presidente de la Fundación Conducción Consciente. “En Argentina hay analfabetismo vial”, asegura. Para él, la formación de los conductores está desactualizada, ya que se centra en aspectos normativos y legales del tránsito, pero deja de lado herramientas vinculadas con la inteligencia emocional, la tolerancia o la resolución de conflictos.
Este déficit en la educación vial se refleja en conductas cada vez más violentas en la vía pública. Parsi advierte que la habilitación para conducir suele quedar en manos de un médico y no de un psicólogo, lo que deja afuera factores como la impulsividad o la tendencia a reaccionar con agresividad. “Hoy, las sanciones van apuntadas solamente a lo económico y no a lo educativo”, remarca el especialista, en referencia a la necesidad de repensar los criterios con los que se otorgan y renuevan licencias de conducir.
El psicólogo insiste en que la prevención es el único camino posible. “La única vacuna que tenemos ante la pandemia de los siniestros viales es la educación tanto teórica como práctica. Prevenir es mucho más barato que curar”, señala. Sus palabras condensan una idea central: sin un cambio cultural y educativo profundo, la reducción de muertes en las rutas será limitada y los conflictos en el tránsito seguirán escalando.
En conclusión, la Argentina carga con un doble desafío. Por un lado, reducir el número de víctimas fatales en accidentes de tránsito. Por otro, combatir el analfabetismo vial que persiste en la sociedad. Mientras ambos problemas no se enfrenten de manera conjunta, las rutas seguirán marcadas por la tragedia.
Infobae