05/09/2025SOCIEDAD

Familias ensambladas bajo la lupa de Juan Bautista Luqui en “Derecho a Saber”

En esta nueva edición del espacio “Derecho a Saber”, el abogado Juan Bautista Luqui abordó un tema cada vez más frecuente en la sociedad: los derechos y obligaciones en las familias ensambladas, aquellas conformadas por parejas que ya tienen hijos de relaciones anteriores y que, en muchos casos, suman además hijos en común.

Luqui explicó que, si bien estas familias existieron siempre, recién en 2015, con la reforma del Código Civil y Comercial, se incorporó su regulación legal, otorgando reconocimiento y protección a vínculos que antes carecían de marco jurídico.

El abogado señaló que la ley utiliza términos específicos: al padrastro o madrastra los denomina “progenitor afín”, mientras que los hijastros son considerados “hijos afines”. Esta figura establece tanto derechos como obligaciones.

Entre los derechos del progenitor afín se destacan: participar en decisiones de salud y educación, aunque no puede reemplazar a los padres biológicos, ser escuchado en cuestiones que afectan al menor, mantener vínculos afectivos e incluso reclamar un régimen de comunicación en caso de disolverse la pareja.

Respecto a las obligaciones, Luqui detalló que el progenitor afín debe: cuidar y proteger al hijo afín, respetar el vínculo del niño con sus padres biológicos, colaborar en la crianza y, en situaciones de necesidad, aportar alimentos de manera subsidiaria y temporal, siempre en función de sus ingresos.

El abogado aclaró que no existe derecho hereditario automático entre progenitores e hijos afines, aunque sí es posible incluirlos en un testamento hasta con un tercio de los bienes disponibles.

“Lo importante es que la ley reconoce vínculos afectivos que muchas veces son tan o más fuertes que los biológicos, porque el progenitor afín convive, cuida y acompaña en la vida cotidiana”, señaló Luqui, quien también compartió su propia experiencia personal dentro de una familia ensamblada, destacando que con el tiempo —“unos cuatro años, según la literatura especializada”— las relaciones suelen acomodarse y fortalecerse.

Finalmente, subrayó que lo central es resguardar siempre el interés superior de los niños y adolescentes, dándoles estabilidad y contención, más allá de la configuración familiar.