A 50 años de la llegada del Rastrojero a Coronel Suárez
Eduardo Minich recuerda cómo nació la concesionaria oficial que revolucionó el mercado automotor en la región.
En mayo de 1975 se inauguraba en Coronel Suárez la concesionaria oficial IMEC, representante del Rastrojero, uno de los vehículos utilitarios más emblemáticos de la industria nacional. A medio siglo de aquel acontecimiento, Eduardo Minich, protagonista de la historia, revive aquellos años de trabajo incansable y compromiso con un proyecto que marcó una época.
“Yo tenía apenas 30 años cuando asumimos semejante desafío junto a mi padre y mis hermanos”, cuenta Minich. “Siempre me pregunté por qué nos eligieron, y creo que vieron en nosotros muchas ganas y una gran responsabilidad para llevar adelante una empresa de esa envergadura”.
En una época sin teléfonos, Minich montó una red de ocho equipos de radio VLU distribuidos por la zona para mantenerse comunicado y operativo. El resultado de ese esfuerzo fue contundente: en 1978 la concesionaria se ubicaba en el sexto lugar a nivel nacional en ventas. “Llegábamos a cerrar hasta cinco operaciones en un mismo día”, recuerda.
Los primeros Rastrojeros vendidos en Suárez quedaron registrados: Juan Luis Guisilieri, Marcelino Echeverría, Federico Gantner, Luis Casanova y la familia Mutti, de Pigüe, entre otros, los Fuhr de la colonia, cazadores de liebres, Mangiaterra. En total, entre vehículos nuevos y usados, se vendieron más de 1.200 unidades en cinco años.
“El Rastrojero vino a cubrir una franja del mercado que no estaba atendida. Era económico, rendidor y muy útil, sobre todo para el trabajo”, afirma. Tras esa etapa, llegaron otras marcas como Toyota, SIA y Renault, además de la aventura de “Nuevo Día”, el emprendimiento periodístico que también encabezó.
Hoy, con la misma pasión de entonces, Eduardo Minich asegura que está trabajando en un posible regreso al mundo de los automóviles. “Todo vuelve, y siempre hay algo por hacer. Pero lo que vivimos con el Rastrojero fue irrepetible”.