Patricia Vega, 25 años de Bombera en el Cuartel de Huanguelén.

“Éramos cinco en total, tres hijas de Bomberos y dos chicas de la comunidad, que también se sumaron”.

Es decir, la pasión por la actividad solidaria y voluntaria de Bombero vino incentivada por un papá, que la despertó. 

“Desde los 7 años que iba al Cuartel. Porque mi papá y mi hermano fueron unos de los primeros que apostaron con un grupo de gente a formar el Cuartel en Huanguelén. Fueron los primeros aspirantes a Bomberos activos de nuestra comunidad”, cuenta Patricia en una entrevista con La Nueva Radio Suárez.

“Llegó un momento en el que me dijeron que iban a incorporar mujeres, y me pregunté, ¿por qué no? A mí mamá mucho no le gustaba; a mi papá, sí. Si charlaba con unos me decían que sí, otros que no. Me propuse probar. Así empecé con esta experiencia maravillosa”.

¿Cómo le ha ido en estos 25 años? “Fue difícil al principio, porque nosotras estábamos como invadiendo un poco ese grupo de gente que había empezado, y después se sumaron más. Fue difícil también, por la época. Porque hace 25 años atrás no es lo mismo que hoy día. Pero de a poco nos fuimos incorporando, nos fueron aceptando. Porque para ellos mismos también era difícil. De a poco nos fuimos sumando. Nos incorporaron en lo que eran papeles, en la limpieza –en las cosas que en aquella época se iba haciendo-; hoy nada que ver, tenemos otros medios. Al principio no había tantas herramientas como hoy, no había tantos departamentos. De a poco nos fueron aceptando y fuimos caminando de a poquito a la par de ellos”.

Ser Bombera, dice, “representa para mí muchas cosas. Aparte de aprender, ganas compañeros, respeto del otro, la vocación, el ayudar a otras personas. Es muy difícil poder explicarlo, porque lo llevamos tan adentro. Es la vocación y el amor, estando presente y colaborando cuando nos necesitan”.

Patricia Vega, Bombera del Cuartel de Huanguelén. Hace 25 años atrás fue una de las que marcó vanguardia en su ciudad, en toda la zona y en la provincia.