Nueva ley de alquileres.

“Principalmente las modificaciones son en cuanto al plazo de duración de los contratos, que se pasa de dos años a tres años. Esta es una de las modificaciones más importantes. Los contratos pasan de 24 a 36 meses”.

Otra modificación importante es en relación a los índices de actualización. “Yo creo –dice Nelson Lázaro-, que va a seguir mediando la buena voluntad de las partes. Ahora se va a utilizar una combinación de índices. El RIPTE, un índice que ya usaban las aseguradoras, y el IPC (Índice de Precios al Consumidor). Los aumentos se van a calcular con estos dos índices. Nosotros a los índices siempre le tenemos desconfianza, porque depende de qué pongas en la canasta para sacar el resultado de esos índices va a dar más o menos. Yo creo que, por ahí, ese puede ser un gran temor del locador, del propietario”.

Agrega Nelson Lázaro que “a medida que se avance, y se vea en la práctica, yo creo que acá lo que tiene que mediar es la buena voluntad de las partes. Porque el locador necesita tener un buen inquilino, tener la propiedad alquilada y que se la cuiden. El titular necesita que el inmueble esté alquilado, le produzca un ingreso razonable y que, a su vez, el locatario sea una persona responsable en cuanto al cuidado del inmueble, que es mucho más importante que lo que pueda llegar a cobrar”.