Trastornos de ansiedad y ataques de pánico: “Es importante validarlos, hacer contacto visual y ayudar a la persona a respirar profunda y conscientemente”
Entender que la ansiedad es parte de nuestra humanidad es esencial para comprender los trastornos ansiosos y los ataques de pánico: “No está mal ni significa estar enfermo, el problema es cuando la ansiedad es disfuncional, es decir, no cumple la función que debería” comenzó explicando la licenciada en Psicología Antonela Gros Aldecoa, profundizando que cuando la ansiedad aparece en momentos en que no corresponde o con demasiada intensidad hay que prestar atención y estar alerta a nuestro cuerpo.
“Todos tenemos ansiedad, es un mecanismo adaptativo y nos sirve para detectar y adaptarnos a situaciones de peligro. Si tenemos ansiedad el primer día de trabajo, de clases o cuando tenemos que ir a una ciudad que no conocemos, tenemos que estar más alerta y seguramente dormiremos menos porque estaremos nerviosos. Esa es la función de la ansiedad, pero si empieza a suceder en situaciones que no lo amerita y es lo cotidiano o conocido lo que nos genera ansiedad, es cuando comenzamos a hablar de un trastorno ansioso” dijo, aclarando que cuando en salud mental se habla de trastorno, se habla de algo que no funciona como debería.
En cualquiera de los casos, vivir como peligrosas situaciones que usualmente no lo son o sentir extremos nervios ante un evento cotidiano tiene que ver con el componente cognitivo, es decir, con lo que pienso de esa situación: si me van a mirar, qué van a decir, si la voy a pasar mal: “Hay un contenido en el cerebro que yo le agrego a la situación y me genera una respuesta de alarma que me hace sentir mal, incluso llego a sentir que me falta el aire” señaló, agregando que todo ello puede llevar a que la persona que lo padece se aísle: “La respuesta automática es la evitación. Se ha visto mucho en situaciones de post pandemia en adolescentes que no han podido regresar a las aulas de las escuelas y han tenido cursadas domiciliarias” ejemplificó, puntualizando que hay algo que caracteriza a los trastornos de ansiedad que es el primer pico ansioso: “Es tan feo de vivir, es tan desagradable la experiencia de la persona, que se constituye algo que es el miedo al miedo. Es decir, empezar a sentir miedo de que nos vuelva a pasar. En consecuencia, se empieza a evitar todo aquello que estuvo alrededor de mi primera crisis de ansiedad”.
Por otro lado, diferenció el trastorno de ansiedad de los ataques de pánico, aunque aclaró que están vinculados: “La sintomatología corresponde a la ansiedad, pero la diferencia es la intensidad y lo repentino del ataque de pánico que sobreviene de manera inesperada sin que lo podamos prever demasiado y tiene una duración acotada en el tiempo. Puede durar diez a quince minutos, pero es muy intenso y lo que siente la persona incluye sudoración en las manos, latidos muy fuertes del corazón o que se va a volver loco o perder el control de las cosas e incluso que se va a morir” enlistó, diciendo que muchas veces se confunde con un ataque al corazón: “Es muy aterrador para la persona y genera mucho miedo transitar un ataque de pánico” afirmó.
Consultada Gros Aldecoa si hay elementos genéticos o rutinas de estrés que puedan predisponer que una persona tenga este tipo de padecimientos, afirmó que es así, aunque eso no quiere decir que alguien que no tiene antecedentes familiares de ataques de pánico o trastornos de ansiedad quede exento de vivirlos alguna vez: “En salud mental no hay leyes tan estrictas. Tiene mucho que ver con la calidad de vida que tenemos, el estrés y cómo lo manejamos. No debe ser casualidad que post pandemia los trastornos ansiosos aparecieron con más incidencia en adolescentes y jóvenes” compartió.
En ese sentido, la importancia de conocer el propio cuerpo es vital para poder manejar las emociones, además de no minimizar lo que se está sintiendo y tomar contacto con un profesional idóneo: “Los trastornos ansiosos son muy frecuentes en las consultas y a todas las edades, pero tienen buen pronóstico. La eficacia terapéutica es muy buena, por lo que es muy importante acudir a la consulta y dejar de soportar estas situaciones para recuperar la calidad de vida” dijo, poniendo el foco en la importancia de la actividad física, la buena alimentación y la realización de actividades de meditación y gozo.
Concluyentemente, Antonela Gros Aldecoa resaltó la importancia de reconocer en el otro una crisis de ansiedad y funcionar como apoyo para esa persona: “Hay algo que quien está atravesando una crisis siente que la hace sentir atemorizada, entonces si me doy cuenta de que alguien se siente mal es importante validarlo, hacer contacto visual, tal vez contacto físico, tomarle la mano y ayudarla a respirar. La respiración profunda, lenta y consciente es el mecanismo biológico preciso para desactivar la ansiedad” señaló la entrevistada, aclarando que quien está atravesando una crisis ansiosa individualmente probablemente no podrá hacerlo y requerirá de la ayuda de alguien externo: “Debemos darle lugar, no sólo un vaso de agua y una palmada en la espalda, porque si pudiera estar tranquilo lo haría solo. El contacto visual y la respiración son importantes” cerró la profesional.