Soledad Firpo y Silvia González Ayala abrieron la 6ª Jornada Regional de Infectología con un fuerte llamado a la prevención
En la previa de la 6ª Jornada Regional de Infectología, que se desarrolló el sábado en el Honorable Concejo Deliberante, la Infectóloga local Soledad Firpo y la reconocida doctora en Medicina Silvia González Ayala, referente nacional en enfermedades infecciosas y pediatría, dialogaron con La Nueva Radio Suárez sobre la importancia de estos encuentros y los desafíos que enfrenta hoy la salud pública.
Firpo, coordinadora local de la jornada, recordó cómo nació este espacio académico en 2019: “Cuando Silvia me dijo que hiciéramos una jornada en Suárez, nunca imaginé que iba a tener tanta repercusión. Desde entonces, salvo en pandemia, pudimos sostenerlas todos los años para compartir información actualizada con colegas que muchas veces no tienen acceso a este tipo de capacitaciones. Poder encontrarnos cara a cara, debatir y crecer juntos es un aporte enorme para la región”. La infectóloga explicó que esta edición se centra en patologías prevalentes, como la neumonía adquirida en la comunidad, la infección urinaria, el aumento de casos de tuberculosis y las infecciones de partes blandas, además de la situación actual del sarampión en el país.
Sobre este último tema, González Ayala advirtió que no existe aquello de “las enfermedades lejanas”: “Lo deberíamos haber aprendido con el COVID-19. Con la movilidad de las personas, en cuestión de horas un virus puede instalarse en cualquier comunidad. El brote de sarampión se cerró recién hace tres meses, pero puede volver a ocurrir, sobre todo porque aún tenemos personas sin vacunar”. La especialista mostró preocupación por la resistencia a la vacunación, que se ha acentuado tras la pandemia: “Pasamos de un pueblo que clamaba por las vacunas en 2020 a uno que hoy rechaza no solo la de COVID, sino también las del calendario. Eso es muy riesgoso y tenemos que trabajar mucho para revertirlo”.
La doctora también hizo referencia a otro de los grandes desafíos de la infectología: la resistencia bacteriana. “El uso inadecuado de antibióticos es un problema global. No se trata de tomar amoxicilina porque duele la garganta o aparece fiebre. La mayoría de las infecciones son virales y ahí el antibiótico no sirve. Necesitamos preservarlos como un recurso valioso, porque las bacterias resistentes obligan a tratamientos largos, costosos y muchas veces inaccesibles”.
Finalmente, González Ayala vinculó el crecimiento de enfermedades como la tuberculosis con la pobreza y el hacinamiento: “Es una enfermedad social. Hoy vemos un aumento de casos y, lo más preocupante, abandonos de tratamiento que derivan en cepas resistentes. También hay un impacto en contextos de encierro, que luego repercute en toda la comunidad. Tenemos las herramientas para enfrentarlo, pero necesitamos educación, compromiso social y trabajo sostenido”.
De esta manera, la jornada se inició con una fuerte invitación a la reflexión y a la acción: recuperar la confianza en las vacunas, hacer un uso responsable de los antibióticos y no olvidar que las enfermedades infecciosas, lejos de ser cosa del pasado, siguen siendo un reto permanente para la salud pública.