Si bebe, no conduzca.

Si no lo podemos convencer desde aquí, hablándole que tiene que cuidarse a sí mismo y a terceros, que el alcohol ha sido el causante de muchísimos accidentes de tránsito en el país, que le han cambiado la vida para siempre a familias enteras, si decir esto no alcanza, no le resulta suficiente, le vamos a hablar de otra cosa: el costo económico de una multa por conducir en estado de ebriedad.

Y otra cuestión muy importante también, mayor, si se quiere, es que pierde autorización por conducir por muchos años. Y esto es un verdadero problema para las personas que en el conducir tienen su medio y su fin de trabajo.

Para dar ejemplos: las personas que tienen trabajos que los obligan a trasladarse de un lugar a otro, los camioneros, taxistas, colectiveros, tractoristas, maquinistas, etc.

Consultado sobre esto, el Juez de Falta, Dr. Federico Lammle, explicó que “la ley contempla el secuestro del vehículo en múltiples casos: falta de licencia, de seguro, si el vehículo no está en condiciones, no estar en condiciones psicofísicas para conducir. El clásico, el estado de ebriedad, que es el más fácil de obtener su medición. Esa es una falta que se ha incrementado bastante, por lo menos en el Juzgado, en los últimos años”.

Es bueno recordar, “que las sanciones por infracción a conducir en estado de ebriedad son muy duras, porque no solamente acarrean multas importantes, de 15, 18, 20 mil pesos, depende del grado de alcoholemia, sino que también acarrea como accesoria la inhabilitación para conducir, con retención del carnet. Recuerdo la importancia de esto. Es importante que la gente lo considere, lo piense, lo prevenga. Porque si bien el acto de haber tomado un poco de más no los califica como persona, pero sí califica para conducir o no. Y las consecuencias son bastante gravosas y dañosas para las personas, porque afectan otro derecho, que es el derecho a trabajar”.