12/09/2021SALUD

¿Qué pasa cuando los niños preguntan de dónde vienen los bebés?

La licenciada en Psicología y especialista en Educación Sexual Integral (ESI) Ana Garippe habló del vínculo ESI-familias, resaltando la importancia de que, desde las escuelas, se pueda trabajar el tema para que las familias puedan abordar, comprender e incorporar prácticas más saludables en la crianza, como, por ejemplo: nombrar las partes del cuerpo como corresponde, o saber que los niños y las niñas entre los tres y cuatro años van a ir explorando su cuerpo y es algo esperable.

“Es importante que les podamos transmitir, desde chiquitos, que es necesaria la intimidad, que las partes del cuerpo tienen que estar resguardadas, y que pueden explorarlas y mirarlas, pero siempre solitos en su intimidad” explicó Garippe, que agregó un abordaje de relevancia: “¿Qué pasa cuando preguntan de dónde vienen los bebés?”.

La pregunta obtuvo respuesta cuando la entrevistada resaltó “la importancia de decirles la verdad e ir acompañándolos en su crecimiento con las respuestas a sus preguntas”.

En ese punto, Ana Garippe profundizó: “En una primera etapa, tal vez tengamos que responder que los bebés se hacen en la unión de dos personas. La pregunta volverá cuando ya puedan pensar otras cosas y seguir complejizando, entonces pongamos en juego la respuesta del cuerpo, y así, a medida que el niño va creciendo y va trayendo nuevamente la pregunta, se irá complejizando la respuesta”.

En lo que la profesional hizo principal hincapié fue en “responder siempre desde la verdad”.

Agregó entonces el abordaje de la distribución de tareas en el hogar, “que también está contemplada en la cuestión de roles de género. Entonces, así como las nenas ayudan a mamá a cocinar o poner la mesa, que los varones también puedan hacerlo”. 

En esa línea, sumó que, con el paso del tiempo, se pueda agregar el abordaje del respeto por la identidad, que describió como “un tema un poco difícil”. 

Al respecto apuntó: “Que las familias no se asusten, que explorar las posibilidades no significa que haya una decisión tomada o una identidad ya conformada desde tan pequeños. La exploración es sana y está bien, y charlar con los chicos sobre eso es sano y ellos reciben amor y acompañamiento”. 

El foco de interés de la profesional estuvo esencialmente puesto en “brindarles respuestas a los chicos en la medida en que vayan preguntando”. 

Si bien reconoció que, “a veces, la pregunta sorprende y asusta”, recomendó que, “en general, cuando son tan chiquitos, la respuesta sea clara, cortita y se hable del afecto, de qué nos pasa en relación al afecto. A medida que van creciendo ellos mismos van a ir haciendo preguntas más específicas. Lo importante es escuchar bien cuál es la pregunta para saber cuál es la respuesta que este niño está esperando”. 

En esa línea, destacó que muchas veces la pregunta no es hecha a los padres, sino a los tíos o abuelos: “Se busca que la respuesta esté brindada desde el lugar seguro de la familia, desde la amorosidad, desde la contención y el cuidado” especificó Garippe, recomendando evitar el susto de esas preguntas o bien, transmitirle que uno está sorprendido porque no la esperaba.  

A modo concluyente, sobre la cuestión tratada, la profesional Ana Garippe volvió a insistir en la importancia de la honestidad: “Es importante que nosotros busquemos información si no la tenemos tan clara, para poder responder específicamente esto. No nos asustemos, el cuerpo es el cuerpo de todos y de todas y no necesitamos ocultárselos, no les va a pasar nada por saber”.