Niños y pantallas. Por el Dr. Andrés Aguirre.

Consultado por La Nueva Radio Suárez sobre las nuevas generaciones del “chupete electrónico”, al comienzo, en la entrevista, aclara que “no todo es malo con las tecnologías de comunicación e información (TICs). Estamos en una era donde estamos rodeados de pantallas. Las últimas generaciones, del año ´95 en adelante, no se pueden imaginar vivir sin internet, sin la conexión wifi. Y esto nos ha modificado la vida diaria.

Hoy trabajamos desde una pantalla, nos comunicamos, vivimos totalmente en contacto con pantallas”.

La charla que tuvo lugar el día martes, en el Mercado de las Artes (hoy tiene lugar la tercera jornada), fue con la intención “de dar advertencias sobre el grado de exposición que tienen los niños y adolescentes argentinos a las pantallas. Explicar también los usos positivos que pueden tener y advertir sobre algunos riesgos, como el ciberbullying, el grooming y el sexting, que son problemas que hoy en día vemos”.

Aclara que “si bien los chicos a veces manejan la tecnología mejor que los adultos, seguimos siendo los adultos los responsables de la crianza y el cuidado de estos niños. Y la capacidad de reflexión, el criterio, la experiencia de vida, siguen siendo de los adultos. Y es esta actitud la que necesitan los niños para hacer un uso responsable de las pantallas. Independientemente que ellos la manejen mejor que nosotros, el uso adecuado, el uso responsable, nos corresponde a nosotros”.

Se le consultó al Dr. Andrés Aguirre si a los adultos les corresponde decir qué y cuánto.

“Nos corresponde decir cuánto, cuándo, y ver la calidad de productos que están consumiendo nuestros chicos. Se puede dividir en edades las recomendaciones. Las diferentes asociaciones científicas, de Pediatría, y tomamos también lo que hablan la Cadena Americana de Pediatría o la Asociación Francesa de Pediatría, la Española y la Argentina, advierten sobre posibles efectos nocivos del uso de tecnología en distintas edades. También reconocen todos los efectos benéficos que tienen las tecnologías. Es decir, no todo es malo, también hay cosas buenas”.

Indica luego el profesional que “los menores de dos años, en donde el cerebro se encuentra en una evolución muy importante, es un período donde influyen de gran manera los estímulos en el desarrollo del cerebro. Acá hablamos mucho de la tridimensionalidad. No es lo mismo una pelota en una pantalla que una pelota en la vida real. En una pantalla uno ve una imagen donde sale la pelota de unas manos, después la ve en movimiento y luego quieta otra vez. En cambio, una pelota en la vida real el niño ve todo el recorrido, la puede golpear, se puede tirar arriba, la puede levantar, sentir su peso”.

“Toda esa construcción, en un cerebro, los tres primeros años de vida, es muy importante. Ni hablar si lo comparamos con un chorro de agua o fuego. No es lo mismo que verlo realmente. Nosotros, los adultos, todo lo que vemos en la pantalla simboliza algo que ya conocemos, que tenemos vivenciado en la vida real. En los primeros dos años de vida debieran aprender cómo es eso en la vida real y después ver el símbolo en la pantalla. Por eso no se recomienda pantalla en menores de 18 meses, dice alguna de las asociaciones, y otras en chicos de hasta dos años.

Tampoco en la interacción que puede haber con una persona o una mascota. Es totalmente distinto lo que pasa en una pantalla a lo que pasa en la vida real”.

En cuanto a los chicos preescolares, “es una edad donde sí podría tener usos benéficos, desde la televisión, con sus programas educativos, hasta distintas aplicaciones y programas que hay para computadoras, tablets y celulares. Ahí las recomendaciones son que estén acompañados de los padres, que estén supervisando la calidad del contenido que están consumiendo. La indicación es que no sean acciones pasivas; no es lo mismo mirar un video de Youtube que tener un programa donde el chico pueda hacer algo y el programa le responda. Han comparado los programas con el uso de bloques. Está estudiado desde hace mucho tiempo que los chicos, cuando usan los ladrillitos, los legos, para construir, es muy bueno para el desarrollo neurológico. Han comparado el uso de legos con el uso del celular para ver videos. Lo que se ha medido es que los chicos que usan ladrillitos tienen mucho mejor desarrollo en la atención, el lenguaje, la comunicación, que los que usan la pantalla en forma pasiva” afirma el Dr. Aguirre.