Los niños y la pandemia. Ansiedad, inquietud, preocupación, miedos.

La semana pasada hubo una conferencia por Instagram de la Pediatra Marta Travería y de la Lic. en NeuroPsicología Estefanía Saitúa, donde se abordaron diferentes cuestiones, bajo la propuesta “Transitando lo inesperado”.

Resulta interesante escuchar a la psicóloga sobre la temática abordada y el resultado de esta experiencia de una conferencia en vivo por medios virtuales.

Consultada en torno a por dónde pasa la preocupación de la gente, responde que “hay varios tópicos. Unos tienen que ver con esto de estar en familia, todos juntos. Pasamos a cambiar nuestros horarios y hábitos. Por lo cual, una de las preguntas fue cómo distribuir los horarios para pasar tiempo en familia, para hacer el trabajo en casa, quienes laboran virtualmente, cómo hacer una buena administración de los tiempos. También pensar en las individualidades de cada integrante de la familia, porque cada uno tiene diferentes intereses y diferentes tiempos”.

Un punto muy importante es “como la mirada y la conducta de los adultos impacta y se enlaza con la de los niños. Es lo que vemos todo el tiempo en el consultorio. Cómo, si los padres están más ansiosos, más intranquilos, esto impacta en los niños y las repite”.

Lo que se vio en esto últimos meses, “tiene que ver con altos niveles de ansiedad en niños. Niños que empezaron a tener mayores miedos, que no estaban. Uno de los que más predomina es el miedo nocturno, a la noche, a no poder dormir solitos, a tener dificultades para conciliar el sueño. En adolescentes está todo dado vuelta: el cambio total de horarios, dormir hasta las 2 de la tarde y estar toda la noche actuando con pares, por video llamadas. A veces hay quienes realizan las tareas escolares en horario nocturno, donde tienen el sueño totalmente alterado. Y mucha angustia y miedo a la muerte, también, como los niños. Hay miedo a morirse ellos y a la muerte de los seres más queridos, más allegados”.

¿Cómo manejar todo esto de la mejor manera? Responde Estefanía Saitúa que es muy importante “fomentar el diálogo en los hijos, y tener un espacio para habilitarlo, es algo muy importante y que sirve mucho. Para transmitir tranquilidad. Poder explicar con palabras concretas. Que juntos vamos a salir adelante. Y no llenar de información todo el tiempo a los niños. No dejarles ver las conferencias de prensa de las autoridades, o cuando pasan las cifras de infectados y fallecidos. Vienen al consultorio los chicos contándome lo que habló el Presidente, preocupados. Esa es una inquietud que un niño no tiene que tener”.