05/06/2019SALUD

Ley Justina, para la donación de órganos.

Todos somos donantes, salvo que manifestemos lo contrario. “La ley ha beneficiado enormemente a toda la gente que está en lista de espera”, dijo el Dr. Carlos Alberdi.

La Ley Justina ha ingresado en estos días al Senado de la Provincia de Buenos Aires para su tratamiento y adhesión a la ley a nivel nacional.

Para conocer sobre el impacto que la ley ha tenido en una mayor cantidad de donación de órganos entrevistamos al Dr. Carlos Alberdi, médico especialista en Nefrología.

“En el último mes, en mayo, fue récord de donaciones. Con la Ley Justina ha cambiado la situación de los donantes, ha beneficiado enormemente a toda la gente que está en lista de espera, esperando un trasplante”.

La Ley 27.447 “contempla todo el tema de la donación de órganos, el cuidado post trasplante de los donantes, receptores, etc. Lo más importante es que ahora todos somos donantes mientras en vida no lo hayamos negado. Lo que cambió es que los familiares de las personas fallecidas no deciden más el tema de la donación de los órganos del fallecido. Esa es la diferencia con la anterior ley, la del donante presunto”, dijo el Dr. Carlos Alberdi.

De todas maneras, aclara, que ya en la ley anterior “decía también que las personas en vida, que decidían dar sus órganos, su decisión no podía ser modificada por familiares. Pero en la práctica eso no ocurría. Cuando un paciente había dicho que donaba los órganos, cuando ocurría el fallecimiento, si el familiar no quería donar los órganos, obviamente, no continuaba el operativo de donación”.

La mayor cantidad de pacientes en lista de espera para recibir un trasplante, “son pacientes renales. Hay 7.400 y pico de pacientes renales esperando una donación, cuando para otros órganos son mucho menores. Más o menos son los 11 pacientes inscriptos en listas de espera”, dijo el Dr. Alberdi.

Si bien, “hoy se ha avanzado muchísimo, en otros países del primer mundo ya hace muchísimos años que existía este sistema de donación y hay muchas más donaciones que acá. Yo creo que, con esto, ha cambiado totalmente y va a favorecer muchísimo la donación de órganos”.

En Coronel Suárez, en un lapso de alrededor de 30 años, “en una sola oportunidad pudimos concretar el operativo de donación de órganos, después nunca más. Hubo intentos, pero no trascendieron. Esperemos que, a partir de ahora, esta situación cambie”.

En el Centro Nefrológico Coronel Suárez hay unos 30 pacientes que se dializan en forma crónica.

“Lo que pasa es que no todos los pacientes están en lista de espera. Porque a esa lista van todos los pacientes que están en diálisis, y reúnen ciertos requisitos para poder ser receptores de un órgano trasplantado. Un paciente que tiene, aparte de su enfermedad renal, una enfermedad cardíaca u otra, que compromete el cuerpo de esa persona, no puede ser receptor de un trasplante. Son receptores de trasplante renal aquellas personas que tienen enfermos sus riñones, pero el resto del cuerpo tiene que estar bien, sano”.