“Las nuevas generaciones tienen mucha más conciencia del cuidado de la piel”
Fue lo que afirmó la esteticista Juliana Wagner, que, con consultorios de atención en Coronel Suárez y en La Plata, profundizó en detalles de los tratamientos de aplicación, cuidado y limpieza facial, y distintas aristas de la medicina estética actual, con sus pros y contras
Juliana Wagner es médica estética y atiende, concurrentemente, consultas referidas a la dermatología en ambas ciudades en las que desarrolla su profesión. A partir de ello asegura que, actualmente, “tanto mujeres como hombres buscan verse bien y, sobretodo, sin que su entorno note que se hicieron algo”.
Al respecto indicó que “el objetivo de la medicina estética es ofrecer alternativas para mitigar el paso del tiempo”, las describió como “menos invasivas que las opciones quirúrgicas”, y aseguró que implican “cambios menos radicales, con menos tiempo de recuperación y, por supuesto, menos complicaciones asociadas, que una intervención quirúrgica”.
A raíz de ello, la Médica explicó que “hoy en día cada vez a edades más tempranas empiezan a hacer consultas” y recomendó que, considerando que a partir de los 25 años es cuando se comienza a perder colágeno de la piel y empiezan a aparecer los primeros signos de envejecimiento, las consultas comiencen a realizarse entre los 20 y 25 años. Algunos de esos primeros signos que enumeró son: mirada cansada, empiezan a caerse los pómulos, falta de la definición del contorno mandibular, junto a otros.
De todos modos, en esa línea, destacó que esa primera consulta no es sólo para un tratamiento médico estético, “sino para generar una rutina de cuidado y limpieza de la piel”, e indicó: “es esencial empezar a cuidarse con protector solar. Siempre digo que la mejor crema antiage es protector solar, para proteger y evitar manchas, arrugas y un envejecimiento prematuro de nuestra piel”.
Sobre eso resaltó que “el protector solar siempre tiene que ser específicamente facial, que sea factor cincuenta o más, y más allá de que las cremas hidratantes tengan protector, no es suficiente”.
Así, Juliana Wagner especificó que, en la medicina estética, “se avanzó muchísimo y ofrece alternativas menos invasivas”. Además, apuntó que, actualmente, “la gente busca naturalidad. Hubo un tiempo en que era usual desconocer un rostro por pómulos prominentes o labios demasiado voluminosos, porque se usaban productos que no se reabsorbían y tampoco se iban adaptando a los tejidos del rostro y llegaban a perder la armonía facial”.
Consultada sobre los límites de este tipo de tratamientos, la Médica indicó que, “si bien hay personas que se sobrepasan de rellenos de ácido hialurónico o de toxina botulínica, está también la función del médico de decirle a la persona hasta dónde tiene que llegar para no desfigurarse”.
Detalló, por otro lado, que hay “muchísimos avances” y explicó: “están en la cima los fillers, que son los ácidos hialurónicos que permiten reponer volumen y son productos que se reabsorben con el paso del tiempo y pueden llegar a durar un año, un año y medio”. Recomendó, en ese sentido, que “cuando uno antes arranque con ese tipo de tratamientos mejor es, porque, cuando uno deja pasar mucho tiempo y los signos de envejecimiento van avanzando, posiblemente después tenga que recurrir a una opción quirúrgica para obtener un buen efecto”.
Pese a ello, manifestó que “depende de cada caso particular”, ya que tiene mucho que ver el daño que ha tenido la piel, la exposición solar y si se ha cuidado, o no, a lo largo de su vida: “me pasa a diario recibir a una persona de cincuenta años que está bárbara, y con procesos mínimamente invasivos o cuidados del rostro podemos lograr grandes cambios. También me pasa que recibo personas de sesenta años que tienen muchísima flaccidez facial que, quizás, sólo con rellenos no logramos el resultado que la persona espera y podemos lograr mejorías, pero no llegar a la expectativa de la persona cuando ya su envejecimiento es muy avanzado”.
A partir de eso aclaró: “la gente piensa que con una jeringa de ácido hialurónico podemos lograr milagros y no, porque una jeringa de esas trae cantidad de gel como una cucharita de té. Entonces, cuando tenemos que lograr reposicionar ese volumen que se fue perdiendo, no alcanza. A lo mejor se puede necesitar tres o cuatro jeringas que no es necesario que la persona se las coloque en la misma sesión”.
Por eso, recomendó siempre contemplar un plan de tratamiento que sea enfocado en su bolsillo, “y a lo que podemos ir haciendo para que no sea un cambio brusco”.
“Me gusta buscar la naturalidad” concluyó la Médica Juliana Wagner en la entrevista de La Nueva Radio Suárez.