Interesante charla sobre consumo de alcohol.

Con la presencia de tres profesionales del Hospital Especializado en Salud Mental y Adicciones Laura Bonaparte, de la ciudad de Buenos Aires, se desarrolló esta charla organizada por la Subcomisión de Divulgación de la Asociación Española de Coronel Suárez.

La Nueva Radio Suárez tuvo la oportunidad de mantener una entrevista exclusiva con Mariana Barroca, médica especialista en Psiquiatría, y Natalia Ramírez, Lic. en Trabajo Social.

¿Por qué hablar de alcohol?, era la pregunta disparadora para esta charla. Y así lo explicaron las profesionales consultadas.

“En un principio, la idea es que el alcohol es lo más accesible. Junto con los cigarrillos es lo más accesible que hay en la población. Es muy diferente, para una persona joven, sobre todo, al alcohol, que simplemente es caminar hasta la esquina de su casa, comprar un vino, un fernet y regresar, que intentar conseguir cocaína, que implica exponerse a otras clases de riesgo. Por eso es algo tan grave. Uno no llega por ahí, a dimensionar la gravedad del conflicto que puede llegar a generar, algo que empieza como recreativo; para juntarme con mis compañeros, para dormir, etc. El alcohol tiene tolerancia, el individuo necesita más cada noche para conseguir el objetivo de dormir. Es algo que empieza pequeño y termina convirtiéndose en una bola de nieve, que puede llegar hasta la muerte”, dijo la Dra. Mariana Barroca.

Por su parte, la Lic. Natalia Ramírez sumó a estos interesantes conceptos que “lo importante es poder conversar sobre la relación que tiene cada sujeto con determinadas sustancias, en este caso, con el alcohol”.

Diferenció lo que es “un consumo problemático, del que no lo es. La gente en general no va a dejar de consumir alcohol, se consume en distintos momentos. El tema es la relación con esa sustancia, que no se torne una relación problemática, que afecte la vida cotidiana de la persona”.

¿Dónde se transforma en problemático? “Cuando la persona empieza a evaluar, o sus familiares, allegados, que en la vida cotidiana empieza a tener ciertas dificultades, frente al consumo de determinadas sustancias, en este caso, el alcohol. El trabajo, las relaciones familiares, se ven afectadas por este tipo de consumo”.

Agregan que “si bien cada persona es un mundo, el consumo de alcohol va afectando en forma progresiva. Primero es un área pequeña, después áreas más grandes de la vida. Primero empiezan las dificultades en los vínculos con los pares, la familia, la pareja. Después comienza a faltar al trabajo y luego lo pierde. Por lo general, es algo progresivo. Pero hay que analizar caso por caso”.

Dicen las profesionales consultadas que “la patología del consumo es la patología del futuro. No es lo que está de moda. Es tremendo la cantidad que hay. Y también influye mucho todo lo que es lo económico. Hay gente que dice, en el hospital y en los consultorios privados, que empezó a tomar cuando se quedó sin trabajo, cuando cambió la economía, cuando cambió su calidad de vida. La gente busca un refugio también en la sustancia. Eso es lo que lo vuelve tan grave, que, en vez de buscar refugio en una terapia, o en algún grupo de pares, lo busca en una sustancia, con retraimiento, aislamiento. Además, uno prende la televisión y se ve gente supuestamente exitosa pasándola bomba tomando alcohol, siendo exitosa en todas las esferas de su vida. Y no es así, la realidad dista horrores de eso. Es lo que te venden y lo que la gente compra. La gente desesperada compra cualquier cosa, sobre todo, si es tan accesible”.