20/05/2023SALUD

“Hay que ser prudente y hacer el análisis para determinar si hay triquina o no; hacerlo es cuidar la salud de todos”

La expresión corresponde al Dr. Lautaro Pérez, médico veterinario, quien en forma clara y precisa hizo docencia sobre los cuidados que hay que tener al consumir chacinados que no tienen el debido sello de certificación y otros productos donde no haya garantías de su pasteurización, para evitar enfermedades como la triquinosis y la brucelosis.

Reconoció que, en la zona, hay una larga tradición de hacer facturas de cerdo caseras. “Hacer el diagnóstico para triquinosis es algo que, hoy por hoy, no tendría que discutirse”.

La triquinosis es una enfermedad parasitaria, causada por el consumo de carne que contiene larvas o gusanos de Trichinella Spiralis. Estas larvas solo se destruyen con la cocción total, a por lo menos 60 grados. Como enfermedad, “si te toca tenerla, es para toda la vida. Se puede tratar más o menos, pero las lesiones quedan y son bastantes dolorosas. Es de especial atención hacer lo que corresponde para prevenirla”. 

¿Qué cuidados y qué controles, para evitar la enfermedad?, preguntamos al entrevistado: “Lo más importante de todo va desde el criadero. Lo primero y principal no tiene que haber roedores, porque el roedor es transmisor de la triquina. Si el roedor se muere y lo come el cerdo, lo más probable es que el cerdo tenga triquina”. Por eso, en cuanto a los cuidados sanitarios, de higiene, indica como fundamental que no haya roedores. 

Segundo, “no alimentarlos con basura, porque con los olores se estimula que haya roedores”. Por eso hay que prestar atención a las sobras de comida que tengan carne adentro, “no tirarles los paquetes de fideos sin sacarle el envoltorio, por ejemplo, o las latas vencidas El mal olor que puede generar todo esto atrae al roedor”.

Lo ideal es que el cerdo sea alimentado a cereal, reconociendo que esto es costoso. Además, en la tradición instaurada se alimenta a los cerdos con las sobras de comida. “Si usas eso y no hay otra manera, tratar de controlar que no haya roedores dando vueltas. Eso es lo más preocupante. Si se ve que quedan sobras y el animal no lo va a comer, limpiarlo. Mantener limpios los chiqueros, los comederos”.

Se sabe, indica el profesional consultado, que al cerdo le gusta estar en el barro, mover la tierra. “Eso no es problema, el problema es lo que queda en el chiquero dando vuelta; todos los restos de comida alguien los va a comer, generalmente son los roedores. Por eso es importante saber racionar”. Otro de los cuidados de higiene es mantener limpios los bebederos.

Fundamental también que cerdo que se carnea para hacer chacinados, debe hacerse el estudio veterinario. “Todo chancho que va a ir a carneada, sí o sí, hay que hacerle el análisis”.

Explica el Dr. Lautaro Pérez que “la triquina es un parásito. Es un gusano que busca los músculos con mucha cantidad de oxígeno. Por eso para el análisis lo mejor es la entraña, o sea, el diafragma. Ahí es donde más fácil la encontramos porque son parásitos que necesitan de mucha cantidad de oxígeno. El corte que hay que llevar a analizar es un pedazo del diafragma, de entraña”.

Los criaderos de cerdo que venden a frigorífico, “todos los animales que se faenan, absolutamente todos, pasan por el análisis de triquina. Si se encuentra un animal positivo, se decomisa, y luego se avisa al criadero, el que es auditado. Según las disposiciones provinciales son las determinaciones que se toman. Algunas provincias dejan seguir criando, viendo luego cómo están esos animales al momento de faenarlos, y hay otras que automáticamente tiene que faenar todo y eliminar todo”.

La recomendación para el consumidor es que compren chacinados de locales habilitados, “y en el caso de las carneadas familiares tomar la precaución de hacer el análisis, sí o sí”.

Indicó que “por suerte, Suárez es muy limpio en cuanto a triquina. Hay zonas que son terroríficas de la cantidad de triquina que hay. Como la zona de Rivera, parte de Córdoba, donde aparecen muchísimos casos”.

Advirtió en torno a los quesos, por la brucelosis, si se compra productos sin sello: “Uno no sabe si está pasteurizada o no la leche. Capaz que es el queso más rico del mundo. Pero uno tiene que ser hasta desconfiado” recomendó, para cuidar la salud.

Los síntomas, cuando la triquinosis pasa al organismo humano, explica que, “dependiendo del nivel de infectación, esto es la cantidad de triquina que se haya consumido, se empieza con dolores musculares, mucho dolor muscular, cuesta respirar, se hinchan los ojos. Lo más común es que se hinchen los ojos, que quedan como si la persona hubiera boxeado”.

La triquina, el parásito, puede quedar en el organismo para siempre. A este respecto, el Dr. Lautaro Pérez explica que “depende del momento en que lo agarras, pero generalmente se forman quistes de calcio en el diafragma y en los músculos intercostales. Eso genera muchísimo dolor, y eso de por vida, porque no se saca más. Por eso hay que concientizar a la gente que hay que hacer el análisis”.

El valor del análisis es de 3.500 pesos, ínfima cantidad frente a toda la inversión para una carneada. “No es caro, es barato hacer el análisis”.

Los pumas, los chanchos jabalí, también pueden tener triquina. En la entrevista con La Nueva Radio Suárez, el Dr. Lautaro Pérez advirtió que los pumas también pueden ser portadores de triquina. En el caso de los chanchos jabalí, que suelen ser casados para faena para hacer chacinados, informó que “tienen que ser controlados igual. Uno nunca sabe qué comió un jabalí. Es más, me han llegado comentarios que, en el basurero, de noche, andan chanchos jabalí. Imagínense lo que puede llegar a comer uno de esto animales ahí. Es algo a tener en cuenta. El jabalí come cualquier cosa: peludos muertos, osamenta, maíz, cualquier cosa. Al ser omnívoros no discriminan: lo que es comida, lo comen”.