25/05/2019SALUD

Grupo Celíacos Coronel Suárez.

Interesantes aportes en una jornada abierta al público.

Se cumplió en la mañana del viernes, en la sala de deliberaciones del Concejo Deliberante de Coronel Suárez, una jornada programada por el Grupo Celíacos Coronel Suárez, con la presencia de profesionales de diferentes ramas de la salud: la Dra. Esther Hurtado, Gastroenteróloga; Carolina Gallardo, Psiquiatra; y Corina Gatto, Nutricionista.

“Como grupo tratamos de ir siempre en las acciones, todas juntas, para lograr un poco más. Tratamos de lograr la inclusión, que es lo que nosotros queremos, visibilizarnos como grupo también. La idea es seguir haciendo diferentes actividades. Actualmente, y de manera mensual, organizamos talleres de cocina. Pero la idea es, más allá de la receta que podamos dar, cocinar y mostrar la elaboración, que las inquietudes que los celíacos tienen a la hora de hacer las compras, que se preguntan sobre los peligros de la contaminación cruzada, que puedan tener esa información. La idea es poder acompañar a los celíacos y a sus familias. Si no se tiene el acompañamiento de la familia es muy difícil”, dijeron las integrantes del grupo.

Se informa que este grupo cuenta con una página en Facebook donde se sube información específica y se informa sobre las actividades.

La página es Grupo Celíacos Coronel Suárez. Los talleres de cocina se llevan a cabo en Sarmiento 151, en la sede de la Sociedad Alemana, que con toda amabilidad cede las instalaciones para estos eventos.

En los aportes ante los medios de prensa y en la charla pública posterior estas fueron algunas de las consideraciones brindadas por las profesionales convocadas.

La Dra. Hurtado, Gastroenteróloga, señala que “hay un mito en la sociedad, que todo paciente celíaco tiene síntomas intestinales: diarrea, dolor de panza, pérdida de peso, y eso sólo es un cuarto de los pacientes celíacos. La mayoría de los pacientes tienen otras manifestaciones. Muchos síntomas van de la mano de la psicología, psiquiatría, neurológicos, ginecológicos (infertilidad, abortos recurrentes, problemas dermatológicos), hay alrededor de diez órganos afectados por la enfermedad celíaca. Nadie va a pensar: tengo esto porque soy celíaco. Y esa es la idea, de informar a la población para que pidan que les hagan el test para enfermedad celíaca. Además de los síntomas intestinales. Y hay un porcentaje que no tiene ningún síntoma y los tenemos que ir a buscar, porque con el tratamiento, que es una dieta libre de gluten, mejoran ciertas cosas que quizá no lo veían como síntomas. Como la fatiga crónica, por ejemplo. Por eso la importancia del diagnóstico correcto”.

El primer paso para detectar la enfermedad, “es un análisis de sangre, común. Con la determinación de un solo anticuerpo se puede ver si la persona es celíaca o no”.

Y agrega la Dra. Hurtado que “si no se tiene familiares que son celíacos no tendría la persona que volver a repetirse el examen de detección de celiaquía, salvo que inicie con algún síntoma. Los familiares de celíacos sí, está estipulado cada tres a cinco años repetirlo”.

A su turno la Psiquiatra Dra. Carolina Gallardo afirma que “nuestros neurotransmisores, como la serotonina, que es una sustancia que tenemos en nuestro cerebro y que es clave en nuestro estado de ánimo, nuestra ansiedad, nerviosismo, se incorpora a partir de la dieta de sustancias que absorbemos en nuestro intestino. Entonces, si no estamos absorbiendo los nutrientes no podemos esperar que una persona esté de buen ánimo o no esté irritable, nerviosa. Estos son síntomas muy comunes. Hay por lo menos un 22% de pacientes celíacos que tienen síntomas psiquiátricos o neurológicos y que a veces es su único síntoma. Si no se encuentran con alguien que sospecha que puede ser celíaco pueden pasar muchos años con una calidad de vida muy mala, perdiendo funcionalidad, perdiendo parte de su vida. Es algo muy grave, por eso es tan importante pensar el diagnóstico y que todos los especialistas estemos atentos, buscando este diagnóstico”.

Otra parte, es “cómo asumir la enfermedad. Hay personas a las que les es muy fácil, las que la han pasado muy mal suelen adherirse mejor; y las que eran asintomáticos y de repente tienen este diagnóstico les cuesta un poco más el cambio de estilo de vida. Pero hoy se sabe que la harina, el trigo, no es bueno para nadie, y todos los que hacen una dieta libre de gluten se van a beneficiar”.

Por su parte, la Nutricionista Corina Gatto sumó que “la harina no es indispensable, no es un alimento esencial, ni las proteínas del trigo son esenciales. Cuando una persona está diagnosticada con enfermedad celíaca, lo importante es aprender a reemplazar por otros alimentos que no tienen gluten, por otros cereales que no lo tienen. Pero con el cuidado de tomar en cuenta cuáles son los alimentos que en una alimentación saludable tienen que predominar. Si nosotros hablamos de una alimentación saludable tienen que estar como primordiales las verduras y las frutas. Y los cereales ocupan un lugar menor en la alimentación de cualquier persona. Cuando una persona es celíaca los cereales también tienen que mantener ese lugar. No por ser celíaca uno tiene que empezar a invadirse o a consumir más cereales, aunque no tengan gluten, de los que corresponden, porque si no sumamos otros problemas, como el sobrepeso, la constipación. Lo que sería importante es eliminar el gluten de la alimentación por completo, todos los días y para toda la vida. Y después aprender cuáles son los alimentos que no tienen gluten, cuáles son los dudosos y estar actualizados con la lista del ANMAT. Estar seguros de cuáles no tienen gluten y en estos casos cuidar que no haya contaminación cruzada”.