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Gastritis, reflujo y síntomas que no hay que naturalizar

La doctora Esther Hurtado explicó cuáles son las señales de alerta y la importancia de consultar a tiempo

En diálogo con La Nueva Radio Suárez, la médica gastroenteróloga Esther Hurtado brindó una completa orientación sobre la gastritis, la dispepsia y los síntomas que muchas veces las personas pasan por alto, cuando en realidad requieren consulta médica y, en algunos casos, estudios como la endoscopía.

Hurtado comentó que, desde el punto de vista médico, lo que muchos llaman “gastritis” suele englobarse dentro de la dispepsia, un trastorno digestivo que se presenta de dos formas: la epigastralgia, ese ardor en la parte superior del abdomen que “parece un fuego”, y la saciedad precoz, la sensación de llenarse rápidamente al comer muy poco.

La especialista mencionó que esta última, sobre todo en personas mayores de 50 años, es un síntoma de alarma y requiere una endoscopía, ya que si bien puede tratarse de una simple gastritis, también puede estar asociada a patologías más graves.

“Lo importante es no naturalizar los síntomas. Una molestia aislada, después de un día de comer mucho, es normal. Pero cuando las molestias persisten, hay que consultar”, señaló.

Reflujo y una sintomatología que puede confundirse

La doctora explicó que, aunque es distinto, el reflujo gastroesofágico se confunde muy seguido con la gastritis. En este caso, el contenido del estómago asciende hacia el esófago y provoca dolor en el pecho, a veces tan fuerte que puede simular un cuadro cardíaco.
“Es primo hermano de la gastritis —comentó— y sin tratamiento puede ser muy doloroso”.

Qué evitar y cómo alimentarse

Hurtado destacó que la alimentación es clave para mejorar los síntomas:
Evitar dulces, fritos y salsas muy procesadas.
Reducir el consumo de alcohol y tabaco.
Moderar el mate y el café: recomendó yerbas orgánicas, sin polvillo y sin azúcar.
Preferir cafés de grano y no industrializados.

Recordó que muchas personas consumen mate o café “todo el día”, algo que irrita el estómago o favorece el reflujo.

El mal uso de los llamados “protectores gástricos”

La gastroenteróloga aclaró que no existen los “protectores gástricos” como tal:
“Son antiácidos y deben tomarse cuando realmente están indicados. El ácido del estómago es bueno, nos protege de bacterias y ayuda a digerir”.

Están indicados en casos de reflujo o gastritis diagnosticada, y en tratamientos específicos de corto plazo. “No deben tomarse ‘por las dudas’ ni para acompañar cualquier medicación”, remarcó.

Estrés y Helicobacter pylori: dos factores clave

La doctora explicó que el estrés influye directamente en el sistema digestivo: “Existe una conexión directa entre el cerebro y el estómago; el estrés aumenta la producción de ácido”.

También mencionó la presencia frecuente de la bacteria Helicobacter pylori, que está en el 60% de la población y puede generar gastritis o incluso úlceras. Su diagnóstico se realiza mediante biopsia durante la endoscopía o a través del test de aire espirado.

“No le tengan miedo a la endoscopía”

Hurtado remarcó la importancia de consultar y realizar estudios cuando corresponde. Explicó que la endoscopía es un procedimiento breve, con sedación, donde el paciente no siente nada.

“Es fundamental para diferenciar entre una gastritis leve y un cuadro más severo que requiera otro tipo de tratamiento. Detectar a tiempo evita úlceras y enfermedades graves del estómago o el esófago”, mencionó.

Consultar a tiempo para evitar complicaciones

La médica insistió en que la clave es no acostumbrarse al dolor o al malestar:
“El control médico permite prevenir problemas graves. Con tratamiento adecuado, la mayoría de los pacientes mejora muchísimo”.

Hurtado agradeció el espacio y destacó que siempre es importante mantener informada a la comunidad sobre temas tan frecuentes.