10/03/2018 • SALUD
El trabajo de los Acompañantes Terapéuticos. Una profesión cada vez más requerida.

Entrevista a Emilia Matheus, quien trabaja en el área de Salud Mental del Hospital.
Cada vez más la especialidad de Acompañante Terapéutico es requerida para diferentes problemáticas de salud para personas de todas las edades.
En la ciudad está en marcha desde hace unos años un curso de capacitación que dura varios meses, a partir de una asociación que los agrupa. Y desde el año pasado la carrera, como tecnicatura, se dicta en el Instituto de Formación Docente N° 160.
Consultamos a Emilia Matheus, que es Acompañante Terapéutica desde hace 13 años y quien trabaja en el Servicio de Salud Mental de la Municipalidad de Coronel Suárez.
“En el año 2005 fui a un congreso, en Córdoba, y vine con todas las pilas para hacer cosas. Pero era difícil llegar a hacer algo. Yo iba a los congresos y me sentía un poroto alrededor de toda la gente que sabía y hacía mucho. Y nosotros acá nada. Uno, trabajando en el Hospital, veía la necesidad. Más que nada en lo institucional, es en la atención post alta, en los acompañamientos. En el área de Salud Mental somos dos Acompañantes nada más, las cuales estamos sobrepasadas de trabajo, queriendo solucionar cosas que no es decisión nuestra hacerlo”, dijo Emilia ante la consulta.
El Acompañante Terapéutico “trabaja siempre en equipo, con profesionales médicos; también hay que incorporar a la administrativa. Tenemos un equipo muy bien formado y muy buenos compañeros, desde los psiquiatras hasta todos los que integramos el equipo, somos once, más o menos”.
Ser Acompañante en el área de Salud Mental “es muy difícil desde lo institucional, porque siempre se trabaja con personas indigentes, que por ahí la familia se cansa, los deja. No tenemos maneras de ayudarlo a veces, por más que uno ponga el hombro. Es muy difícil. Tenemos casos que no sabemos cómo solucionarlos porque están solos, las familias los abandona. Hay casos muy difíciles. No son todos iguales, en algunos casos se hace cargo la familia”.
Cuando el paciente está dado de alta, “se lo visita, hablamos, se les controla la medicación, los turnos de atención. El acompañamiento es largo, hay que seguir acompañándolo hasta que el paciente pueda valerse por sí mismo. Hay que remarla, algunos con buenos resultados y a veces viendo que no se pueden lograr los objetivos”.
En este punto, Emilia Matheus habla de la importancia de contar con un hogar de día en Coronel Suárez para personas con enfermedad mental que ofrezca actividades y diferentes propuestas. Esto está contemplado en la ordenanza sobre Salud Mental, pero hasta ahora no ha sido posible de concretar: “en Suárez hay mucha gente que necesita esto, ojalá se podría hacer y lograr”, dice Emilia.
Al consultarle si las obras sociales reconocen la labor de este tipo de terapistas responde que “es muy difícil, si uno no tiene otra entrada, poder trabajar por la obra social, porque tarda un año en pagarte. Si uno no tiene otra entrada es imposible trabajar a través de las obras sociales”.
En la ciudad está en marcha desde hace unos años un curso de capacitación que dura varios meses, a partir de una asociación que los agrupa. Y desde el año pasado la carrera, como tecnicatura, se dicta en el Instituto de Formación Docente N° 160.
Consultamos a Emilia Matheus, que es Acompañante Terapéutica desde hace 13 años y quien trabaja en el Servicio de Salud Mental de la Municipalidad de Coronel Suárez.
“En el año 2005 fui a un congreso, en Córdoba, y vine con todas las pilas para hacer cosas. Pero era difícil llegar a hacer algo. Yo iba a los congresos y me sentía un poroto alrededor de toda la gente que sabía y hacía mucho. Y nosotros acá nada. Uno, trabajando en el Hospital, veía la necesidad. Más que nada en lo institucional, es en la atención post alta, en los acompañamientos. En el área de Salud Mental somos dos Acompañantes nada más, las cuales estamos sobrepasadas de trabajo, queriendo solucionar cosas que no es decisión nuestra hacerlo”, dijo Emilia ante la consulta.
El Acompañante Terapéutico “trabaja siempre en equipo, con profesionales médicos; también hay que incorporar a la administrativa. Tenemos un equipo muy bien formado y muy buenos compañeros, desde los psiquiatras hasta todos los que integramos el equipo, somos once, más o menos”.
Ser Acompañante en el área de Salud Mental “es muy difícil desde lo institucional, porque siempre se trabaja con personas indigentes, que por ahí la familia se cansa, los deja. No tenemos maneras de ayudarlo a veces, por más que uno ponga el hombro. Es muy difícil. Tenemos casos que no sabemos cómo solucionarlos porque están solos, las familias los abandona. Hay casos muy difíciles. No son todos iguales, en algunos casos se hace cargo la familia”.
Cuando el paciente está dado de alta, “se lo visita, hablamos, se les controla la medicación, los turnos de atención. El acompañamiento es largo, hay que seguir acompañándolo hasta que el paciente pueda valerse por sí mismo. Hay que remarla, algunos con buenos resultados y a veces viendo que no se pueden lograr los objetivos”.
En este punto, Emilia Matheus habla de la importancia de contar con un hogar de día en Coronel Suárez para personas con enfermedad mental que ofrezca actividades y diferentes propuestas. Esto está contemplado en la ordenanza sobre Salud Mental, pero hasta ahora no ha sido posible de concretar: “en Suárez hay mucha gente que necesita esto, ojalá se podría hacer y lograr”, dice Emilia.
Al consultarle si las obras sociales reconocen la labor de este tipo de terapistas responde que “es muy difícil, si uno no tiene otra entrada, poder trabajar por la obra social, porque tarda un año en pagarte. Si uno no tiene otra entrada es imposible trabajar a través de las obras sociales”.