El suicidio es la segunda causa de muerte en los jóvenes
El licenciado en Teología y referente de la ONG “Escenarios Saludables”, Marcos Vanzini, brindó detalles en la mañana de la Radio referidos a la salud mental de los adolescentes.
“La pandemia generó un deterioro en la salud mental, especialmente en los jóvenes, muy fuerte. Por suerte, como ya se venía trabajando un poco más antes de la pandemia en todo lo que es prevención del suicidio, hoy por hoy tenemos mejores posibilidades de acceder a dar una charla en un colegio, hablar con los docentes, los chicos”.
Este año la ONG “Escenarios Saludables” ha generado una campaña y enviado a los distintos colegios que se adhirieron para que en estos días se estén haciendo actividades sobre el tema. “Esto hace un tiempo atrás era impensado, que en un colegio se hablara y se hicieran actividades sobre este tema. Ayer me llegaron fotos de un colegio de Laguna Paiva, que los chicos de primero y segundo año hicieron una actividad y decidieron inflar globos con mensajes, colgándolos en la puerta del colegio con un cartel que dice ‘Si necesitas podés llevarte uno, este mensaje es para vos’. Esto antes no pasaba y por suerte se va dando”.
Pareciera que el suicidio no es cosa de jóvenes, por la creencia que tenemos de que los jóvenes no piensan en eso al tener una vida por delante. “El problema de suicidio no tiene que ver con la vida por delante, sino con la vida por detrás, porque es lo que vengo arrastrando”.
Consultado el Licenciado en Teología en torno a si está aumentando la estadística y sobre todo después de la pandemia en los jóvenes, con tendencias suicidas o que llegan a concretarse, respondió: “Sí, claro, esto no es después de la pandemia. Ya antes en el mundo y en nuestro país el suicidio es la segunda causa de muerte de jóvenes de 15 a 29 años. La primera son los accidentes viales de tránsito, algunos de los cuales son suicidios encubiertos, y la segunda es el suicidio”.
La adolescencia, la juventud y los mayores de 65 años son las etapas más críticas en este tema. “Claramente se ha acentuado después de la pandemia, estamos en contacto con muchas zonas del país cotidianamente de chicos muy chicos, inclusive de 8, 9, 10 años, que se suicidan o lo intentan. Algunos dentro del ámbito escolar, eso genera una crisis dentro de la comunidad educativa que es muy grande y hay que estar sosteniendo” indicó Marcos Vanzini.
“Es un tema muy serio, no hay que tomarlo a la ligera y enfrentarlo. No con la angustia de que uno esta rodeado de muerte, sino con el entusiasmo de optar por la vida y ayudar a los otros a seguir adelante” señaló.
En relación a las edades donde se acentúa esta tendencia, dijo que “tiene que ver con las etapas de la vida, los mayores de 65 entran en una etapa mal llamada pasiva. Se ven debilitados en su fortaleza física, con distintos problemas, a veces con el ‘nido vacío’. Esto puede generar una situación de dolor que se le hace insoportable”.
Continúo diciendo que “en cuanto a los jóvenes, tiene que ver con una cuestión generacional. La adolescencia es un momento de cambio muy fuerte, que genera un montón de desafíos, necesita mucho acompañamiento; y también es cierto que en la medida que fue pasando el tiempo hay menos capacidad para soportar los desafíos y el dolor”.
Dando un ejemplo contó: “Yo tengo casi 60 años, cuando estaba en el colegio nos han cargado, nos han dicho cosas y no afectaba tanto. Hoy por hoy, alguien los carga, los sube a las redes, eso se multiplica de una manera terrible y a veces es insoportable para los chicos. Hay una fragilidad actualmente en la estructura psicológica del adolescente y los jóvenes que hace falta ser sostenida y acompañada de una manera muy especial”.
Además, agregó que “los chicos tienen muchos desafíos por delante en cuanto a elecciones de orientación sexual, la opción de las distintas propuestas que tiene el consumo de sustancias, la presión de imágenes que se presentan como exitosas en cuanto a lo físico. Veo a mis hijos, que son adolescentes, que pueden estar todo el día en contacto con la computadora, con sus amigos, pero sin salir de la casa, cosa que yo a la edad de ellos agarraba la bicicleta temprano y no volvía hasta la noche. Antes se decía que la familia es como un aeropuerto, uno despega, pero sabe que tiene que volver a aterrizar. Ahora los pibes están en el hangar, eso genera una gran preocupación y hay que estar acompañando”.
“Los pibes sufren también, tienen dolores a veces generados por el contexto, puede ser por la familia, las amistades. Una traición familiar o de amistad puede ser muy fuerte. Los adultos tenemos un rol muy importante, no solamente en acompañar, sino de poner límites en el contexto, en una comunidad escolar yo no puedo permitir que se maltrate a alguien, que se le haga bullying porque eso no sabemos los efectos que puede traer”.
Muchas veces las personas dan señales como si sus vidas fueran perfectas, y en ese sentido dijo que “habría que ver ‘perfecta’ desde qué criterio. Inclusive el exceso de perfección es sospechoso. Recuerdo una vez que una maestra rural me contaba que tenía una alumna que era la alumna perfecta. Esta chica era la abanderada, siempre venía impecable, la mejor alumna, la que ayudaba a servir el mate cocido, tenía alrededor de 14 o 15 años. Esa chica se suicidó. Al consultarme cuál podría haber sido el motivo, dije ‘que era impecable’. Una chica de 14/15 años no podía hacer todo bien, tiene que tener una necesaria rebeldía, hay que estar atentos”.
El suicida no es aquel que está súper deprimido, también es aquel que se muestra contento, “si estamos atentos vamos a encontrar una mirada de tristeza, o un pedido de ayuda en las redes o algo por el estilo. Es cuestión de estar atentos, la persona que está en una idea suicida, siempre conciente o inconscientemente, va tirando una punta para que alguien la agarre, para pedir ayuda”.
La causa del suicidio es un sufrimiento existencial profundo que se percibe como permanente. “Uno cree que su vida va a ser dolor y lo que quiere es dejar de sufrir. Las razones por las cuales llega a ese sentimiento pueden ser diversas”.
Vemos en el mundo países con alta tasa de suicidio, “vamos a encontrar países tan distintos como Uruguay y Japón. Vemos un país del tercer mundo, pequeño, con poca población con una tasa de suicidios muy alta; y Japón, un país súper desarrollado, con muchas posibilidades educativas, con un altísimo índice de suicidios. En la época de la pandemia en Japón crearon el Ministerio de la Soledad, un ente que se dedica a generar espacios para que las personas no estén solas”.
Los índices no dependen del desarrollo cultural, económico, social, son diversos. Hay países muy pobres con un índice muy bajo, y otros muy desarrollados con índice más altos.
“En Argentina tenemos un índice, no como el más alto, pero venimos cerca, igual que Estados Unidos, Francia, Dinamarca, los países nórdicos; uno piensa que son el ejemplo, sin embargo, tienen un índice importante. Es un problema que toca a todos y a cualquiera, hay que estar atentos” finalizó el referente de la ONG “Escenarios Saludables”, Marcos Vanzini.