Cuidados de la piel en invierno: consejos de la médica dermatóloga Belén Hirigoity

Aunque suele pensarse que los principales cuidados de la piel se concentran en el verano, la temporada invernal también exige especial atención. Belén Hirigoity, médica dermatóloga, dialogó con La Nueva Radio Suárez para explicar por qué el frío y la calefacción también afectan la salud de la piel y ofreció recomendaciones prácticas para enfrentar el invierno.
“En invierno hay muchas situaciones dermatológicas que pueden empeorar: la exposición al frío, los cambios bruscos de temperatura y la calefacción que seca los ambientes perjudican la piel. Por eso pacientes con dermatitis atópica, psoriasis o rosácea deben tener cuidados especiales. Pero incluso la población general sufre problemas como la xerosis, que es la piel seca”, explicó Hirigoity.
El clima de Coronel Suárez también incide: frío, viento, aire seco y agua dura con alto contenido mineral contribuyen a la resequedad. Además, en invierno solemos tomar duchas más largas y calientes, lo que daña la capa lipídica de la piel.
La hidratación, el cuidado fundamental
La especialista subrayó que la principal estrategia es hidratar la piel. “Es simple, pero fundamental. El mejor momento es después de la ducha, cuando la piel está más permeable. Hay que elegir cremas con urea (entre 5% y 10%) o ceramidas que ayuden a mantener la barrera protectora”.
Si bien la buena alimentación y tomar agua son hábitos saludables, la hidratación de la piel en invierno requiere sí o sí de productos tópicos. Hirigoity explicó que componentes como la urea o el ácido hialurónico actúan como humectantes, reteniendo el agua en la superficie de la piel.
Duchas más cortas y templadas
El placer de una ducha caliente y larga en invierno es uno de los hábitos menos recomendables. “Idealmente deberían durar 5 a 10 minutos y con agua templada, no caliente, así evitamos eliminar la capa lipídica natural de la piel que la protege”.
También recomendó el uso de jabones suaves con pH adecuado (alrededor de 5) y evitar el abuso de alcohol en gel y productos de limpieza agresivos que irritan y favorecen los eccemas.
El aire seco en ambientes calefaccionados es otro enemigo silencioso. Hirigoity remarcó que “si se puede, conviene usar recipientes con agua o humidificadores en casa para contrarrestar la sequedad ambiental”.
Además, recordó que es preferible evitar el contacto directo con lana o tejidos ásperos. “Son grandes generadores de dermatitis de contacto. Lo ideal es que la primera capa de ropa sea de algodón y arriba se coloque la lana u otros tejidos”.
Cambios bruscos de temperatura y rosácea
Los saltos térmicos del frío exterior al calor intenso interior también impactan. La dermatóloga señaló que “en pacientes con rosácea, los cambios bruscos exacerban la dilatación de los capilares y enrojecen la piel. También pueden provocar perniosis o sabañones en manos. Lo mejor es abrigarse bien al salir y evitar ponerse directamente al lado de la estufa o radiador al volver”.
Un error común es relegar el uso de protector solar a los meses de calor. Hirigoity enfatizó que “el protector solar facial debe usarse todo el año. Aunque en invierno la exposición es menor, la radiación sigue presente. Basta con aplicarlo por la mañana, salvo actividades al aire libre en la nieve o montaña, donde hay que reponerlo como en verano”.
Otro clásico del invierno: los labios resecos y agrietados. “Es muy frecuente la queilitis, esa inflamación en las comisuras. Basta con usar vaselina sólida o labiales con ceramidas o cacao para evitar fisuras”.
La importancia de la consulta médica
“Si pese a estas medidas hay irritación, picazón persistente, cambios en la coloración o lesiones que no mejoran, es clave consultar al dermatólogo. Hay protocolos clínicos y tratamientos específicos para cada caso”.
Con pocos pasos y productos accesibles —baños más cortos y templados, jabones suaves, hidratación con cremas adecuadas y cuidado de los labios— se puede enfrentar el frío sin descuidar la salud de la piel. “Son hábitos simples y no costosos. Con estas medidas podemos disfrutar el invierno, cuidándonos y evitando problemas dermatológicos innecesarios”, concluyó Belén Hirigoity.