Con el uso de barbijo no debemos olvidarnos del cuidado de la parte superior del rostro
Juliana Wagner es médica esteticista y cada lunes, en el aire de la 101.3, profundiza en temáticas relativas al cuidado de nuestro cuerpo. En esta oportunidad: rejuvenecimiento del tercio superior del rostro.
Destacó que, al ser la parte del rostro que está más expuesta, hoy por hoy, consecuencia del uso del barbijo, es importante prestar atención a las líneas de expresión -procedimientos de los que participa la toxina botulínica o bótox- y mejorar la mirada en general.
Consultada al respecto, la profesional aclaró que la toxina botulínica “relaja el músculo. Se puede utilizar para las líneas de expresión de la frente, del entrecejo y patas de gallo”. Así explicó que no rellena, sino que lo que se usa a ese fin es el ácido hialurónico.
Profundizó entonces que la toxina botulínica “sirve para las arrugas dinámicas, es decir, aquellas que se producen por el movimiento del músculo”. Entonces, una vez que uno deja pasar el tiempo y no trata estas arrugas de expresión, pasan a ser estáticas. Es decir, se trata de arrugas que quedan marcadas. En esos casos, Wagner explicó que deberían llegar a usarse procedimientos para rellenar.
Expresó que se trata de un tratamiento sin contraindicaciones mayores ni riesgos si está bien aplicado: “Sí hay que saber que no todas las personas son aptas para este tipo de tratamiento” expresó y será algo que deberá evaluar el profesional en cada caso.
De ese modo, lo que Juliana Wagner explicó fue que el uso de la toxina botulínica es, sobre todo, preventivo, y agregó que hoy buscan hacer hincapié en tratamientos preventivos. En esa línea, contó que muchos de sus pacientes comienzan a asistir desde los 22 a 25 años porque comienzan a tener arrugas de expresión y se colocan esta toxina a modo preventivo.
Consultada respecto de cuán notoria es la aplicación de este producto, la Médica Esteticista dijo que, “en realidad, queda muy natural” y explicó que los procedimientos fueron cambiando: “Antes se le temía a esa cara paralizada o a esa expresión de enojada, esas cejas elevadas, que es algo a lo que todos tienen miedo. Pero, en realidad, van a seguir teniendo sus expresiones, pero sin arrugas. Van a sonreír sin tantas patas de gallo, van a poder elevar las cejar, sin tantas arrugas en la frente”.
Por otro lado, consultada por la blefaroplastia no quirúrgica, Wagner contó: “Es un dispositivo que genera mini micro quemaduras en el párpado y ayuda a retraer la piel. Sirve para párpados con mucha flacidez y que caen sobre las pestañas. En esos casos podemos recurrir a la blefaroplastia no quirúrgica” que, según describió la profesional, no es invasivo y es una alternativa para quienes no quieren recurrir a la cirugía.
Destacó que, de todos modos, hay un tiempo de recuperación, consecuencia de las quemaduras. El mismo puede extenderse de cinco a siete días y explicó que, pese a que no deja cicatrices, la persona va a estar con unas “costras”. Describió el tratamiento como “superficial” y contó que se utilizan cremas regeneradoras por alrededor de diez días, para que esa piel se vea normal.
Consultada sobre la preferencia de un tratamiento sobre otro, Juliana Wagner profundizó: “Si tienen mucha flaccidez de la frente no conviene demasiado colocar toxina botulínica porque, a lo mejor, se puede caer un poco más. Podemos recurrir a la blefaroplastia, pero para mejorar, sobre todo, la flaccidez del párpado. En otras personas que, a lo mejor, tienen buena musculatura, se puede hacer una combinación y levantar, con el bótox, un poquito la ceja, relajar el músculo de la frente y relajar el músculo del párpado con la blefaroplastia no quirúrgica”.
Sobre el final de su segmento, Juliana Wagner indicó que es importante hace una buena interrogación del paciente: “A mí, en ocasiones, me pasa de recibir a ciertas chicas que se hacen toxina botulínica a las que, a lo mejor, a los dos meses se les va el efecto y vienen para que les aplique más, pero es importante saber eso porque no podemos aplicar toxina botulínica todos los meses. Lo recomendable es esperar tres meses porque se puede generar una resistencia y es importante poner ciertos límites”.
La próxima semana, concretamente el lunes 10 de mayo, la profesional referirá al tratamiento de las ojeras de los que sí participan, entre otros, los rellenos de ácido hialurónico.