18/01/2020RELIGION

Padre Esteban Casquero.

“Los dos años que pasé en Coronel Suárez fueron los más importantes de mi vida”.

En el 2008 y 2009 estuvo en Coronel Suárez; en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen recibió la ordenación sacerdotal.

Entre el viernes y hoy sábado el Padre Esteban regresó a Coronel Suárez, concretamente a Santa Trinidad, a los efectos de acompañar en los dos últimos días a los jóvenes de Daireaux, que están desarrollando una tarea misionera en la primera Colonia Alemana.

“De Coronel Suárez tengo el recuerdo más lindo de mi vida”, dice este sacerdote que pasó por diferentes comunidades y desde hace más de un año está en Daireaux.

Y explica este concepto tan cariñoso que expresó en el principio de la entrevista: “porque yo aprendí la fe práctica estando en Suárez. Nosotros, en el seminario, estudiamos Filosofía y Teología, pero la parte práctica de la fe yo la viví acá. Con la gente practicando la fe, con los jóvenes, las misas llenas. Todas las actividades que hacíamos sobrepasaba siempre la expectativa de las personas y de la práctica de la fe. Para mí esos dos años fueron los más importantes de mi vida”.

Sobre la tarea misionera que se llevó a cabo durante toda esta semana en Santa Trinidad, indica que “nosotros tenemos una realidad en Daireaux, que los jóvenes se van a estudiar a Buenos Aires, la mayoría, o a La Plata. Todos los chicos que son universitarios prácticamente no los tenemos en el pueblo, porque se van a estudiar. En el verano vienen y los chicos que son de la parroquia los convocamos en este grupo misionero. Así que nos juntamos todos y vamos a misionar”, dice el conductor espiritual de este grupo.

También el Padre Esteban Casquero dirige otro grupo misionero, que la semana que viene estará en la localidad de Huanguelén.

Recordó que el Papa Francisco pidió “hace un par de años generar una iglesia en salida. Esto tiene que ver con que nosotros compartimos con la gente del lugar nuestra propia fe. La respuesta que nosotros le damos a Dios es lo que queremos compartir, el modo cómo le respondemos.

Entonces, los jóvenes le muestran a la gente de este pueblo cómo le responden a Dios. Esa es la fe: la respuesta que le damos a Dios. Por eso salen a las casas, visitan a la gente. No salen con la Biblia bajo el brazo, porque esa no es la idea, la idea es compartir su propio corazón”.