06/01/2021RELIGION

Ni Reyes ni Magos, lo que dicen los evangelios sobre la tradición que tanto atrae a los niños

“Como sale de lo bíblico esta espera de los Reyes Magos, en todos los hogares debería decirse que, así como los reyes traen a los niños un regalito, debería invitarse a cada niño a asemejarse al Niño Dios también. Acercándose a Dios, dándole lugar en su corazón. Ese sería el principal sentido" expresó el Padre Alejandro Guidobaldi

Anoche, en muchas casas de familias donde hay niños, la tradición fue dejar el pastito y el agua para los camellos (con los interesantes relatos que venían teniendo un muy largo viaje), y, por supuesto, los zapatitos donde debían, los Reyes, dejar los regalos. 

Regalos que, por supuesto, los niños no esperan que sea el incienso o la mirra, que le dejaron al niño Jesús recién nacido –no les gustaría-, sino los de ahora, que son bien preciados, según la posibilidad de cada familia, conjugada con los deseos de los destinatarios. 

Al Párroco Alejandro Guidobaldi le preguntamos sobre la significación de los Reyes Magos en el Evangelio. 

“Los Reyes Magos creemos que, en realidad, no eran ni reyes ni magos. Eran personas con gran conocimiento en astrología y que habían escuchado, seguramente por estar vinculados con el pueblo judío, que esperaban un Mesías, un salvador, que iba a irrumpir en la historia, que iba a ser poderoso, que las naciones lo iban a seguir. Estas personas, como astrólogos, donde también buscaban a Dios, habían escuchado de las fechas y comenzaron a seguir la estrella de Belén. Como que los astros les marcaban ese camino, ese rumbo, hacia el Mesías que iba a nacer. Lo que se toma, históricamente, es que eran reyes y por el hecho de saber leer los astros se los toma como magos. Eran personas de naciones extranjeras, con una solvencia económica generalmente buena, porque no era que cualquier persona podía viajar. Eran viajes costosos, muy riesgosos. Probablemente, no iban solos los tres, sino con personas que los rodeaban”. 

Agrega que “es algo interesante, que la espera de los reyes, más allá que sean magos o no lo sean, porque está anclado en la historia. Ellos fueron con regalos para el Niño Jesús. Que los niños esperen el regalo de los Reyes es muy significativo”. 

Recuerda el Padre Alejandro Guidobaldi que “Herodes (Rey de Judea, Galilea y Samaria, entre los años 37 a.C. y 1 d. C.), cuando se siente engañado por los Reyes Magos, manda a matar cuanto niño había, más o menos, en esa fecha”. 

Como presentes, al niño recién nacido, “llevaron incienso, mirra y oro. El oro es el regalo que hacían para las personas importantes, la máxima ofrenda que alguien podía hacer a Dios. El incienso como aquello que perfuma y es elevado en el culto, cuando uno quiere adorar a Dios. Se lo reconoce como rey y como Dios. Y la mirra, que era la base del perfume que se hacía en los cultos funerarios. También como anticipo que el niño Dios nacía para entregar su vida por nosotros. Son los tres dones que ofrecen los Reyes Magos”. 

¿Cuándo nació la tradición de los regalos a los niños de hoy? Analiza, el Padre Alejandro, que “fue muy posterior. Recién en los siglos V o VI empiezan a aparecer testimonios que se le dan nombres a los Reyes Magos, Melchor, Gaspar, Baltasar, que no es algo bíblico. Por otro lado, después, en forma muy posterior, recordando la Epifanía del Señor, que es la manifestación de Dios a todas las naciones, en esta fiesta, el centro sigue siendo el niño Dios, no los Reyes Magos. Como sale de lo bíblico esta espera de los Reyes Magos, en todos los hogares debería decirse que, así como los reyes traen a los niños un regalito, debería invitarse a cada niño a asemejarse al Niño Dios también. Acercándose a Dios, dándole lugar en su corazón. Ese sería el principal sentido".

"Que no sea simplemente un día en el que uno celebra algo sin sentido, donde lo mitifica, donde queda como algo folklórico, donde esperamos a los Reyes Magos poniendo los zapatitos, el pasto y el agua, sino buscar que tenga una explicación en la que los papás pueden hacer una catequesis simple con los chicos. Recordar ese episodio, donde una vez, hace 2020 años, esas personas misteriosas, que fueron recorriendo grandes distancias hasta encontrarse con el pesebre de Belén, donde el centro era Jesús, donde también ellos son bendecidos con regalos ese día. Dios los invita a que se parezcan cada vez más a ese Niño Dios, buscando hacer una oración juntos en familia, donde preparan todo. Que sea una celebración donde Dios se le manifiesta a la familia, que se prepara para revivir ese acontecimiento".