11/02/2019RELIGION

La hermana Margarita de la Fuente dio gracias a Dios por sus 25 años de consagración religiosa.

Oriunda de Coronel Suárez, integrante de una familia tradicional de nuestro medio. Hace 25 años hizo votos por su vocación religiosa integrando la Congregación de las Hermanas Obreras Catequistas de Jesús Sacramentado. El domingo renovó las promesas en la misa en acción de gracias celebrada por el Padre Leandro Volpe en la Parroquia Nuestra Sra. Del Carmen. Emotivos reencuentros con amigos, familiares y comunidad.

El domingo pasado la misa de las 11 de la mañana que es transmitida por la Nueva Radio Suarez contuvo un entorno especial ya que en ese marco el oficio religioso se ofrecía para dar gracias a Dios por los 25 años de la consagración religiosa de la Hermana Margarita De la Fuente quien ingresó en la congregación a partir de una labor de cooperación que inicia junto a su hermana Marta hace tantos años atrás en el Hogar La Providencia.

Era una colaboradora incondicional en la mencionada institución que por entonces tenía colmado el edificio con niñas y adolescentes con problemáticas socio económicas y donde seguramente gestó su vocación y servicio al Señor tomando sus hábitos que ostenta hasta el momento, circunstancia que llega a los 25 años razón por la cual la celebración del domingo pasado.

Margarita de la Fuente acompañada por la Superiora General de la Congregación de las Hermanas Obreras Catequistas de Jesús Sacramentado Hermana Liliana Moyano quien llegó especialmente a la ciudad a partir de este grato acontecimiento, entre otras religiosas.

Además, acompañaba su hermana Angélica de la Fuente de Rey que vive en nuestra ciudad y otros familiares y amigos que compartieron este grato acontecimiento en una misa que presidió el Padre Leandro Volpe y quien tuvo palabras emotivas dirigidas a la religiosa que con toda solemnidad recibió la eucaristía y presento las ofrendas ante el sacerdote celebrante, todo lo cual estuvo enmarcado de gran emoción y alegría.

Margarita fue categórica al afirmar que encontrar al Señor nos permite llevar una vida a su servicio, orando, trabajando socialmente por el prójimo en un tiempo donde las dificultades se multiplican y es necesario más que nunca afirmar la vista en nuestros hermanos más necesitados, tender generosamente una mano e impulsar un trabajo social más comprometido generando soluciones y una red de contención donde siempre la oración juega un rol preponderante.

Agradeció a la congregación que la acogió con toda humildad y la puso al servicio del Señor, tuvo palabras emotivas para su ciudad de Coronel Suárez, de donde es oriunda, su familia, muchos de los cuales ya han partido a la Casa del Señor, sus amigos y allegados por lo cual celebrar estos 25 años en la Parroquia Nuestra Señor del Carmen y en el Hogar La Providencia la predispone emocionalmente y las razones son más que elocuentes para dar Gracias a Dios.

Al ser entrevistada comento las razones que la pusieron al servicio del Señor, sus tareas llevadas a cabo por mandato de la congregación en Chile, en Paraguay y ahora en la ciudad de Buenos Aires donde permanecerá por lo menos durante todo este año a disposición de la superioridad.

Después de la misa del domingo se ofreció un almuerzo de camaradería a la canasta en la sede de La Providencia donde asistieron religiosas, familiares, allegados y amistades sellando de esta manera una jornada muy especial.

En el transcurso de la misa el Padre Leandro en su homilía, se refirió a los “peros” que siempre anteceden en nuestras vidas, “peros” que generalmente para cometer pecados no anteponemos e insto a vivir sin esos peros, a entregarse plenamente como lo ha hecho la Hermana Margarita con sus 25 años de labor religiosa y que hoy renueva sus votos con firmeza, sinceridad y gran sentido de la vocación y de servicio hacia los demás.

Fue la Hermana Liliana como Superiora General de la Congregación quien atestiguó ese emocionante momento y finalmente Margarita de la Fuente leyó la formula renovando votos, impulsada por inspiración divina, afirmando que “quiero vivir más íntimamente el Evangelio siguiendo las huellas de Nuestro Señor Jesucristo. En presencia de mis hermanas, en las manos de la Hna. Superiora con fe y firme voluntad hago voto a Dios Padre, Santo y Omnipotente, que viviré por toda la vida en obediencia, pobreza y castidad. Me comprometo también a seguir fielmente la Regla y vida de las Hermanas Obreras Catequistas de Jesús Sacramentado”.

Las Hermanas ingresaron al templo en la procesión inicial de la santa misa con el Padre Leandro, los diáconos y monaguillos y se retiraron de la misma manera con un rotundo aplauso de todos los files que se encontraban en el templo mayor de nuestra ciudad.

En el transcurso de la celebración litúrgica presento las ofrendas en compañía de su sobrino Pablo de la Fuente y en al atrio de la Parroquia recibió múltiples saludos de la comunidad religiosa.