“La fe es importante y necesaria para nuestra vida, tanto como lo psicológico y como nuestra salud física”
Diego Areán es diácono de nuestra ciudad y en el marco del cierre del 2022, con la carga emocional de un año recorrido que parece hacerse más intensa, habló en el aire de La Nueva Radio Suárez a fin de dejar un mensaje de esperanza y fortaleza.
“Qué desafío trae la Navidad, sobre todo cuando nos atraviesan, muchas veces, situaciones de dolor vinculadas a nuestra fragilidad” comenzó diciendo, buscando describir situaciones cotidianas: algunas vinculadas a la propia emocionalidad o de la estructura psíquica.
“En medio de la fragilidad, la Navidad nos dice mucho y parece que tuviéramos que repetirlo una y otra vez” sostuvo, opinando que “pareciera que uno no termina de convencerse de cuestiones de las que uno debe agarrarse para transitar todas las situaciones. Es lo que tiene que ver con lo más central de nuestra vida y valorar”.
Con lo antedicho, llevó a pensar que solemos vivir sin estar centrados en lo más importante. Por tanto, reflexionó que “la Navidad nunca cae mejor que en una situación de fragilidad y dolor, invitando a que pensemos que la fe no es accesoria, sino que lo que pasa debe tener un sentido”.
Señaló que la fe es una necesidad dentro de la vida cotidiana y que no debe únicamente estar dentro del Templo o de la Iglesia: “Eso es necesario porque necesitamos encontrarnos con quienes tienen nuestra misma fe, compartirla y celebrarla, pero hay que ver más allá de eso y descubrir que la fe es importante y necesaria para nuestra vida, tanto como lo psicológico y nuestra salud física” analizó, recordando que, muchas veces, la dejamos solapada.
Sobre las actitudes frente a ésta celebración, Areán habló de humildad y amor, y lejos de romantizarlas, extendió: “La humildad debe ser esa actitud que descubre que hay cuestiones que no podemos manejar y que hay un ser superior que nos acompaña y conduce lo que pasa, aun cuando lo que estamos viendo aparenta ser un fracaso”.
Por otro lado, habló del amor desde un sentido noble, diferenciándolo de los amores trillados o básicos: “La caridad, por ejemplo, es un amor extremo, que es el cristiano, que nos pone en acción para salir de nosotros mismos y darnos cuenta, a pesar de nuestras dificultades y de nuestro dolor”.
En esa línea, Diego Areán puso el foco en cuánto falta aprender a ver el vaso medio lleno: en las cosas que tenemos en lugar de las que faltan; en saber aprender a esperar.