19.8°C • 
15/01/2020 • RELIGION
Jóvenes en misión. Son de Daireaux y estarán hasta el sábado en Pueblo Santa Trinidad.
Alejandra Capel es una de los dos adultos que están a cargo de un grupo de jóvenes que están misionando en estos días en la primera Colonia Alemana, iniciando un proceso que es de tres años consecutivos de misión en Santa Trinidad.
Consultado uno de los coordinadores y dos de las jóvenes integrantes de un grupo total de 23 personas, explicaron la labor que están desarrollando en estos días.
Se hospedan en la casa habitación que está a un costado de la Iglesia de la primera Colonia Alemana, en la sede del Rotary desayunan todos los días y en el parque que rodea a la Iglesia Santísima Trinidad estarán llevando a cabo diferentes actividades comunitarias. Y, por supuesto, recorrerán los domicilios llevando el mensaje de Jesús y escuchando lo que la gente tiene para decir.
Están acompañados en esta tarea evangelizadora por el Padre Leandro, por el Diácono Diego Areán y por el Sacerdote Esteban Casquero, que está en Daireaux y que el viernes y sábado estará aquí para acompañarlos.
“Este año cumplimos 10 años de la primera misión. Somos un grupo, el nombre de nuestro grupo es Manantial, pertenecemos a la Parroquia San José de Daireaux, pero que nació en el colegio La Sagrada Familia, que es el único colegio católico que tenemos. Y junto con Diego Areán, que en ese momento estaba en Daireaux, y Daniela, que es otra de las chicas, armamos este grupo. Nos dijimos que no lo queríamos hacer cerrado, para los chicos del colegio, que nos parecía interesante poder abrirlo a la comunidad y darle la oportunidad a chicos de otras escuelas para que pudieran participar”, explica la coordinadora.
Así fue como se generó un grupo con chicos de diferentes colegios, la primera misión fue a un paraje de Santiago del Estero, “que nos cambió la vida a muchos de los que estamos hoy acá”, dice Alejandra.
La continuidad de misión fue en diferentes lugares dentro del mismo distrito vecino, y “este año”, cuentan, “decidimos hacer un proyecto de misión a tres años en Santa Trinidad, Coronel Suárez.
Martina (16 años) y Belén (19 años) hablan de sus experiencias de misión.
“El año pasado fuimos a Arboledas. Para mí fue un antes y un después de misionar. Me di cuenta de la importancia que tiene. Todos los misioneros insistimos con la misma frase: uno va a misionar y lo terminan misionando a uno. La gente siempre tiene muchas ganas de que la escuches, te deja siempre mensajes distintos, te da palabras de aliento y te enseñan cosas todo el tiempo. A veces como que ellos están esperando eso de vos, pero no se dan cuenta de la repercusión que tienen en nosotros, y lo importante que es”.
Otra de las entrevistadas agregó que las experiencias de misión “fueron muy movilizantes. Hay que vivirlo. Es difícil de explicar. Son muchas sensaciones juntas. Uno va sacando puchitos de lo que la gente dice y va hilvanando hilos de historia. Te enseñan a valorar cosas, analizar diferentes problemáticas que tenes en tu casa, te enseñan a valorar lo que tenes o no tenes, lo que das y recibís”.
Alejandra cierra diciendo que “los jóvenes no están perdidos, esperan que los adultos les demos algo, que les den propuestas interesantes, y cuando eso sucede te sorprenden. Apuesto a ellos. Si está Jesús en el medio hay que apostar, con los ojos cerrados”.
Este simpático y dispuesto grupo de jóvenes misioneros esperan que “la gente de Santa Trinidad nos abra las puertas, que sea nutritiva nuestra visita. Y a la gente que no es religiosa y piensa que no puede compartir con nosotros les decimos que esto va más allá de Jesús, de Dios, de la religión. Esperamos compartir estos días con ustedes”.
Informan que permanecerán hasta el sábado en Santa Trinidad, cerrarán con la misa de las 19 horas.
Todos los días habrá actividades en el predio de la capilla a las 18 horas, para jóvenes, niños y adultos, según las edades.
El jueves por la tarde estarán en el comedor del Centro Comunitario Espíritu Santo. El jueves a las 18 horas compartirán un Rosario, por lo que invitan a la gente a concurrir. Y el viernes, a las 21 horas, compartirán una cena comunitaria a la canasta, en un lugar que resta confirmar aún.
Consultado uno de los coordinadores y dos de las jóvenes integrantes de un grupo total de 23 personas, explicaron la labor que están desarrollando en estos días.
Se hospedan en la casa habitación que está a un costado de la Iglesia de la primera Colonia Alemana, en la sede del Rotary desayunan todos los días y en el parque que rodea a la Iglesia Santísima Trinidad estarán llevando a cabo diferentes actividades comunitarias. Y, por supuesto, recorrerán los domicilios llevando el mensaje de Jesús y escuchando lo que la gente tiene para decir.
Están acompañados en esta tarea evangelizadora por el Padre Leandro, por el Diácono Diego Areán y por el Sacerdote Esteban Casquero, que está en Daireaux y que el viernes y sábado estará aquí para acompañarlos.
“Este año cumplimos 10 años de la primera misión. Somos un grupo, el nombre de nuestro grupo es Manantial, pertenecemos a la Parroquia San José de Daireaux, pero que nació en el colegio La Sagrada Familia, que es el único colegio católico que tenemos. Y junto con Diego Areán, que en ese momento estaba en Daireaux, y Daniela, que es otra de las chicas, armamos este grupo. Nos dijimos que no lo queríamos hacer cerrado, para los chicos del colegio, que nos parecía interesante poder abrirlo a la comunidad y darle la oportunidad a chicos de otras escuelas para que pudieran participar”, explica la coordinadora.
Así fue como se generó un grupo con chicos de diferentes colegios, la primera misión fue a un paraje de Santiago del Estero, “que nos cambió la vida a muchos de los que estamos hoy acá”, dice Alejandra.
La continuidad de misión fue en diferentes lugares dentro del mismo distrito vecino, y “este año”, cuentan, “decidimos hacer un proyecto de misión a tres años en Santa Trinidad, Coronel Suárez.
Martina (16 años) y Belén (19 años) hablan de sus experiencias de misión.
“El año pasado fuimos a Arboledas. Para mí fue un antes y un después de misionar. Me di cuenta de la importancia que tiene. Todos los misioneros insistimos con la misma frase: uno va a misionar y lo terminan misionando a uno. La gente siempre tiene muchas ganas de que la escuches, te deja siempre mensajes distintos, te da palabras de aliento y te enseñan cosas todo el tiempo. A veces como que ellos están esperando eso de vos, pero no se dan cuenta de la repercusión que tienen en nosotros, y lo importante que es”.
Otra de las entrevistadas agregó que las experiencias de misión “fueron muy movilizantes. Hay que vivirlo. Es difícil de explicar. Son muchas sensaciones juntas. Uno va sacando puchitos de lo que la gente dice y va hilvanando hilos de historia. Te enseñan a valorar cosas, analizar diferentes problemáticas que tenes en tu casa, te enseñan a valorar lo que tenes o no tenes, lo que das y recibís”.
Alejandra cierra diciendo que “los jóvenes no están perdidos, esperan que los adultos les demos algo, que les den propuestas interesantes, y cuando eso sucede te sorprenden. Apuesto a ellos. Si está Jesús en el medio hay que apostar, con los ojos cerrados”.
Este simpático y dispuesto grupo de jóvenes misioneros esperan que “la gente de Santa Trinidad nos abra las puertas, que sea nutritiva nuestra visita. Y a la gente que no es religiosa y piensa que no puede compartir con nosotros les decimos que esto va más allá de Jesús, de Dios, de la religión. Esperamos compartir estos días con ustedes”.
Informan que permanecerán hasta el sábado en Santa Trinidad, cerrarán con la misa de las 19 horas.
Todos los días habrá actividades en el predio de la capilla a las 18 horas, para jóvenes, niños y adultos, según las edades.
El jueves por la tarde estarán en el comedor del Centro Comunitario Espíritu Santo. El jueves a las 18 horas compartirán un Rosario, por lo que invitan a la gente a concurrir. Y el viernes, a las 21 horas, compartirán una cena comunitaria a la canasta, en un lugar que resta confirmar aún.
