04/04/2021RELIGION

“Es un tiempo muy especial para todos los creyentes”

Lo dijo el pastor Mario Girardi, de la Iglesia Nueva Apostólica, al referirse a la Semana Santa y a las Pascuas de Resurrección. Destacó, que estos momentos, llevan a recapacitar sobre muchas cosas. “La trascendencia de la vida, la importancia de los valores espirituales y, fundamentalmente, sobre la fragilidad humana”.

Dijo que “cuando se tiene plena consciencia de todo esto, vamos dejando de lado ese miramiento egocéntrico y personal; esa mirada que todo lo podemos, que todo lo sabemos y no necesitamos de nada, y comenzamos a darnos cuenta que hay una necesidad profunda de la ayuda de Dios, de tener paz, y una visión de futuro”. 

El pastor de la Iglesia Nueva Apostólica –uno de los templos de la congregación está en la esquina de Belgrano y San Martín-, indicó que estos tiempos, llevan a la reflexión, y muestran, “que la autosuficiencia, el sentir que podemos llevar a cabo todo sin ayuda de nadie, que nos movemos de acuerdo a nuestra fuerza y nuestra capacidad, en realidad, no es tan así”. 

Explica que “hay una necesidad imperiosa, de todo ser humano, de buscar tranquilidad y paz en este tiempo”. Indica, que esa paz, “no pasa por las necesidades materiales, que nos dimos cuenta que no existen, si no pasan, por las necesidades espirituales”. 

Analiza, que la humanidad, fue perdiendo “la capacidad de relacionarse con Dios y con el prójimo. Todo esto que ha pasado, la pandemia, nos ha hecho recapacitar”. 

Analiza, que “este –el de la Semana Santa-, es un tiempo maravilloso, donde podemos vivir nuevamente la reafirmación en nuestros corazones, de la venida del Señor. Lo trascendente, es que Dios, lo que prometió, lo cumplió. Envió a su hijo, abrió su camino de salvación; el Señor entregó su vida por nosotros; cubrió con su vida nuestros pecados. Permitió, con ello, que nos reconciliáramos de nuevo con Dios. Y a través de esa reconciliación, también nos abrió el camino hacia la salvación”. 

Agrega que “el final del camino, no es temporal, sino que el alma y el espíritu tienen vida eterna. Y el amor de Dios, está siempre presente. Dios nos ama, a pesar que a veces, nosotros, nos alejemos de él”.