Celebración de la Ordenación Episcopal de Monseñor Jorge Wagner Platz como Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Bahía Blanca.

La solemnidad que presenta la Iglesia San José Obrero del Pueblo San José fue el escenario para un acontecimiento religioso, en un templo amplio, con la capacidad suficiente para albergar al Clero de la Arquidiócesis, familiares de Monseñor Wagner Platz, teniendo en cuenta que su bisabuelo era oriundo del Pueblo San José, donde allí están claramente las raíces vocacionales.

Como se recordará el Papa Francisco suscribió la designación y la ceremonia de consagración como Obispo Auxiliar tuvo lugar el sábado pasado, bajo la presidencia del Obispo Fray Carlos Aspiroz Costa, quien, en su homilía, tras al ritual de la ordenación episcopal, señaló que “hoy la Arquidiócesis vive una jornada muy especial, lo que representa una alegría para toda la Diócesis” pero enfatizando en su mensaje que todos somos simples servidores, así debe entenderse la misión de pastores del Señor.

El Arzobispo pronunció palabras con alto sentido de la realidad, de la autoridad, pero entendida desde el servicio al pueblo de Dios, fue con un estilo coloquial donde varias veces hizo hincapié en los apellidos de varios sacerdotes bien identificados con las raíces de los Alemanes del Volga como el Padre Horacio Fuhr, hijo de una familia de nuestra ciudad, quien en nombre del Clero solicitó la ordena nación Episcopal de Jorge Luis Wagner.

El viernes fue la ceremonia de entrega de todos los atributos religiosos al nuevo Prelado y el sábado la ceremonia central, donde el sacramento del orden sacerdotal consiste en la consagración al Ministerio del servicio a la Iglesia, lo que le exige dedicación plena y libre disposición.

La doctrina católica indica que este sacramento se confiere a aquellos que, habiendo recibido un particular llamado de Dios, y luego de haber discernido su vocación al ministerio sacerdotal, son considerados idóneos para el ejercicio de este y son ordenados por el obispo diocesano tras la designación del Santo Padre Francisco en Roma en el pasado mes de Setiembre cuya declaración fue especialmente leída por otro sacerdote.

En tanto otro suarense, el seminarista Sergio Boudou que fue quien condujo los diferentes momentos que se desarrollaron a lo largo de más de dos horas y medio que duro la ceremonia.

En la primera parte y tras la emocionante procesión presidida por la Cruz procesional junto a dos cirios encendidos, ministros, diáconos, sacerdotes y obispo hacia el altar mientras coro y orquesta sinfónica con los fieles que colmaron totalmente la Parroquia San José Obrero del Pueblo San José se iniciaron los ritos iniciales con el saludo del Obispo Aspiroz Costa, la liturgia de la palabra y la liturgia de la ordenación.

Acto seguido es el momento trascendente de la ceremonia con la ordenación del obispo electo incluyendo la presentación del elegido que estuvo a cargo del sacerdote Horacio Fuhr y luego las promesas del elegido bajo la interrogación del Arzobispo que concluye con la frase “Que Dios perfeccione la obra que ha comenzado en ti”.

Luego de las letanías de los Santos que concluyen con la intervención del Obispo que señala “Padre Bueno: escucha nuestras suplicas y derramando la plenitud de la gracia sacerdotal sobre este servidor tuyo, infúndele la fuerza de tu bendición. Por Jesucristo, Nuestro Señor”.

Inmediatamente la solemnidad de la ceremonia se acrecienta con la imposición de las manos, la plegaria de la ordenación, unción de la cabeza, entrega del evangelio, del anillo, de la mitra, y del báculo que es signo del ministerio pastoral para cuidar a todo el rebaño que el Espíritu Santo confías como Obispo para Gobernar a la Iglesia de Dios.

En la tercera parte fue la liturgia de la palabra con el rito de la comunión con un final emotivo con el mensaje de Monseñor Jorge Luis Wagner.