Andrés Rodríguez fue ordenado sacerdote en la Parroquia de Pueblo San José
El Arzobispo de Bahía Blanca lo instó a “que esta ordenación te regale un corazón de padre amado; un corazón en la ternura, en la obediencia, en la acogida, en la valentía creativa; un corazón trabajador y siempre en la sombra”. Fotos Juan Schtre.
Tal como lo había programado la Orden de las Escuelas Pías, en el atardecer del pasado sábado 6, el suarense Andrés Rodríguez de Cristo SchP recibió la ordenación presbiteral en una ceremonia que se llevó a cabo en la majestuosa Parroquia San José Obrero presidida por el Arzobispo de Bahía Blanca, Carlos Azpiroz Costa OP.
Concelebrada por parte del clero de la Arquidiócesis, el Provincial y miembros de la Orden de los Escolapios en la que Andrés Rodríguez de 28 años de edad desarrolló su trayecto de formación en la fe, la santa misa de ordenación congregó a numeroso público que se acercó hasta Pueblo San José para acompañar al suarense y su familia en su ordenación sacerdotal.
“Estoy crucificado con Cristo; vivo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mi” (Gal 2, 19-20), fue la frase elegida para ilustrar la guía de ritos, oraciones y lecturas de la celebración presbiteral distribuida en los bancos del templo.
Tras la lectura del libro del Éxodo, se cantó el salmo de alabanza y posteriormente un pasaje de la segunda carta del Apóstol Pablo a los cristianos de Corinto.
Luego de la lectura del evangelio según San Juan, el Arzobispo formuló el interrogatorio del rito de ordenación, dejando lugar a una profunda homilía del Arzobispo de Bahía Blanca Carlos Azpiroz Costa, quien dirigiéndose a Andrés Rodríguez de Cristo SchP y su familia, en el final proclamó “pido a Dios que esta ordenación te regale un corazón de padre amado; un corazón en la ternura, en la obediencia, en la acogida, en la valentía creativa; un corazón trabajador y siempre en la sombra”.
Avanzando en la ceremonia, Andrés Rodríguez formuló su promesa y se rezaron las letanías, continuando la celebración con la imposición de las manos del Arzobispo sobre la cabeza el candidato al sacerdocio y la plegaria de la ordenación.
Al momento de recibir sus ornamentos de vestimenta, Andrés Rodríguez recibió la unción de sus manos por parte del celebrante, Carlos Azpiroz Costa, concluyendo el rito de la ordenación sacerdotal ante un fervoroso y emocionado aplauso del público.
Fotos gentileza Juan Schtre