HOYREGION

Una llamada que marcó el alma de Cura Malal

El mediodía del miércoles 17 de septiembre quedará grabado en la memoria colectiva de Cura Malal. La inauguración del primer teléfono público del pueblo, instalado en el corazón de La Tranca y Corral de Piedra, en la vereda, se convirtió en un acto simbólico de conexión y pertenencia. Pero lo que hizo aún más especial este momento fue la llamada sorpresa que, desde Buenos Aires, realizó el gran Tata Cedrón a los alumnos de la Escuela Primaria N° 6.

Juan Carlos Cedrón, conocido como Tata, es un emblema del tango argentino. Guitarrista, compositor y director, ha dedicado su vida a la música popular, llevando la esencia del tango a escenarios de todo el mundo. Su obra "La Curamaleña", una milonga que retrata la vida y los personajes de Cura Malal, ha sido un puente entre la ciudad y el campo, entre la tradición y la modernidad.

La llamada de Cedrón fue un regalo inesperado para los estudiantes y docentes de la escuela. Desde su estudio en Buenos Aires, el músico saludó a Morena y en ella a todos los niños y compartió anécdotas sobre la inspiración detrás de "La Curamaleña". "Es un homenaje a ustedes, a su gente, a su tierra", expresó con voz emocionada. Los niños, sorprendidos y conmovidos, escuchaban atentamente.

La milonga "La Curamaleña" ha sido interpretada por diversos artistas y, para muchos, escucharla es revivir historias de antaño, de encuentros en la pulpería, de tardes junto al arroyo y de personajes que dan vida al pueblo.

Este acto simbólico también marcó el inicio de una nueva etapa para La Tranca y Corral de Piedra. El teléfono público, que ahora sirve como punto de encuentro y comunicación, es solo una de las muchas iniciativas que Mercedes Resch, directora del espacio, ha impulsado para fortalecer la identidad cultural de Cura Malal.

La llamada de Tata Cedrón fue más que una comunicación telefónica; fue un abrazo a la distancia, un reconocimiento a la cultura del interior y un recordatorio de que, a través del arte y la música, las distancias se acortan y las almas se conectan.

En un mundo cada vez más digitalizado, momentos como este nos enseñan el valor de la tradición, de la memoria colectiva y de la importancia de mantener vivas nuestras raíces. Cura Malal, con su gente, su historia y su música, sigue demostrando que el arte tiene el poder de transformar y unir.