19/01/2019 • REGION
Manejo de aguas en el sistema de Las Encadenadas.
Esta semana hubo una reunión entre productores de Coronel Suárez y funcionarios de Hidráulica.
En los últimos días se cumplió una reunión en el SUM de la Municipalidad organizada por la Secretaría de Producción, a cargo de Juan Fidelle, como ya se ha informado.
La reunión fue entre productores agropecuarios que pertenecen al Comité de Cuencas y tienen sus campos en el Distrito de Coronel Suárez y funcionarios de Hidráulica de la Provincia, junto a integrantes de la consultora ABS, que llevó a cabo un estudio de aguas en la cuenca de Las Encadenadas.
Estuvieron presentes el Ing. Marcelo Sarubbi, profesional técnico de la planta permanente del Departamento de Proyectos de la Dirección Provincial de Hidráulica, y el Ing. Pedro Cielli, especialista en modelos matemáticos hidráulicos de la firma ABS.
El encuentro fue bastante largo, de aproximadamente cuatro horas.
Consultado Guillermo Urruti, Presidente de la Sociedad Rural y quien integra desde este cargo el Comité de Cuencas de Las Encadenadas, dijo a La Nueva Radio Suárez que “el año pasado, en las inundaciones, en una de las discusiones que tuvimos en La Plata con los Intendentes de Carhué, Guaminí, Suárez y La Madrid, en esa reunión propusieron que una consultora iba a hacer un estudio de las Lagunas Encadenadas. En ese momento nos informaron a todos que la consultora iba a pasar por cada distrito a consultar a las partes sobre los manejos de agua, a las partes productivas, intendencias, etc. Por Suárez no pasaron y nosotros estábamos enojados porque lo que nos habían dicho nunca se cumplió”.
En busca del cumplimiento de este compromiso, las entidades agropecuarias de Suárez establecieron un pedido formal, hace unos dos meses, pidiendo que explicaran qué había pasado.
Entonces tenían ya el resultado del estudio.
Explica Urruti, luego de la reunión del miércoles de esta semana en el Municipio de Coronel Suárez, que “este estudio fue para conservar la Laguna de Epecuén. Digo esto porque de Suárez no se estudió nada, del agua, de qué calidad va, nada de eso tenía importancia. Ellos quieren mantener la cota de la Laguna Epecuén en 93 o 94, que sería para conservar las ruinas como están y la parte turística. La Laguna de Guaminí la van a mantener en una cota, para que nunca le afecte a la parte urbana. Por eso presentan en el estudio hacer una estación de bombeo, desde Guaminí hacia Cochicó, para después, con la otra estación de bombeo que hay en la ruta 65, poderla bombear a la Laguna Alsina y así salir para el Vallimanca con el agua”.
Consultados los dos ingenieros presentes en torno a si se había estudiado toda la parte productiva, en torno a qué afectaría si uno quisiera tomar agua de las lagunas para regar, si se podía regar con esa agua, porque estarían pasando agua salada hacia la Laguna de Cochicó, que son aguas dulces, y hacia la Laguna Alsina, con aguas más dulces, “nos respondieron que no, que no habían hecho ese estudio. Les propusimos que consultaran con universidades para hacer realmente un buen estudio en torno a si se inutilizaban las aguas, en ese trasvasamiento –al mezclar agua salada de Epecuén hacia las otras lagunas de agua dulce-, nos dijeron que no, que no era esa la propuesta de ese estudio. Su estudio estuvo centrado en mantener la cota de la Laguna Epecuén en 93. Es decir, evidentemente en Carhué hay quienes tienen intereses económicos muy importante sobre la laguna. Si solamente lo único que importa en todo este sistema es preservar las lagunas para la parte turística y no para la producción algo hay. Ahora, si me dijeran que esto lo están haciendo para preservar los cascos urbanos, es otro tema. Les preguntamos alrededor de qué cota estaba expropiado alrededor de las lagunas. Lo único que sabían era sobre la Laguna Alsina, el resto de las lagunas no lo sabían”.
Señalaron, según relató Urruti, que “a ellos no les importaba el agua que podía ir de Suárez hacia las lagunas, porque con el Partidor Piñeyro hasta pueden cerrarlo todo y no mandar ni una gota de las sierras hacia las lagunas. Tampoco sabían del estudio del INA, que se hizo en el 2014, cuando se estudió todo el Sauce Corto”.
La reunión “fue discutida. El estudio es lo que le encargaron y nada más. Yo pensé que era una estafa lo que habían hecho, y la verdad que hoy no puedo decir que sea una estafa porque este es el estudio que encargaron”.
Consultado Urruti si le falta claridad al Estado para decir que lo que le interesa es sostener la parte turística de Carhué por sobre la producción agropecuaria, respondió que “creo que la cosa es así”.
La reunión fue entre productores agropecuarios que pertenecen al Comité de Cuencas y tienen sus campos en el Distrito de Coronel Suárez y funcionarios de Hidráulica de la Provincia, junto a integrantes de la consultora ABS, que llevó a cabo un estudio de aguas en la cuenca de Las Encadenadas.
Estuvieron presentes el Ing. Marcelo Sarubbi, profesional técnico de la planta permanente del Departamento de Proyectos de la Dirección Provincial de Hidráulica, y el Ing. Pedro Cielli, especialista en modelos matemáticos hidráulicos de la firma ABS.
El encuentro fue bastante largo, de aproximadamente cuatro horas.
Consultado Guillermo Urruti, Presidente de la Sociedad Rural y quien integra desde este cargo el Comité de Cuencas de Las Encadenadas, dijo a La Nueva Radio Suárez que “el año pasado, en las inundaciones, en una de las discusiones que tuvimos en La Plata con los Intendentes de Carhué, Guaminí, Suárez y La Madrid, en esa reunión propusieron que una consultora iba a hacer un estudio de las Lagunas Encadenadas. En ese momento nos informaron a todos que la consultora iba a pasar por cada distrito a consultar a las partes sobre los manejos de agua, a las partes productivas, intendencias, etc. Por Suárez no pasaron y nosotros estábamos enojados porque lo que nos habían dicho nunca se cumplió”.
En busca del cumplimiento de este compromiso, las entidades agropecuarias de Suárez establecieron un pedido formal, hace unos dos meses, pidiendo que explicaran qué había pasado.
Entonces tenían ya el resultado del estudio.
Explica Urruti, luego de la reunión del miércoles de esta semana en el Municipio de Coronel Suárez, que “este estudio fue para conservar la Laguna de Epecuén. Digo esto porque de Suárez no se estudió nada, del agua, de qué calidad va, nada de eso tenía importancia. Ellos quieren mantener la cota de la Laguna Epecuén en 93 o 94, que sería para conservar las ruinas como están y la parte turística. La Laguna de Guaminí la van a mantener en una cota, para que nunca le afecte a la parte urbana. Por eso presentan en el estudio hacer una estación de bombeo, desde Guaminí hacia Cochicó, para después, con la otra estación de bombeo que hay en la ruta 65, poderla bombear a la Laguna Alsina y así salir para el Vallimanca con el agua”.
Consultados los dos ingenieros presentes en torno a si se había estudiado toda la parte productiva, en torno a qué afectaría si uno quisiera tomar agua de las lagunas para regar, si se podía regar con esa agua, porque estarían pasando agua salada hacia la Laguna de Cochicó, que son aguas dulces, y hacia la Laguna Alsina, con aguas más dulces, “nos respondieron que no, que no habían hecho ese estudio. Les propusimos que consultaran con universidades para hacer realmente un buen estudio en torno a si se inutilizaban las aguas, en ese trasvasamiento –al mezclar agua salada de Epecuén hacia las otras lagunas de agua dulce-, nos dijeron que no, que no era esa la propuesta de ese estudio. Su estudio estuvo centrado en mantener la cota de la Laguna Epecuén en 93. Es decir, evidentemente en Carhué hay quienes tienen intereses económicos muy importante sobre la laguna. Si solamente lo único que importa en todo este sistema es preservar las lagunas para la parte turística y no para la producción algo hay. Ahora, si me dijeran que esto lo están haciendo para preservar los cascos urbanos, es otro tema. Les preguntamos alrededor de qué cota estaba expropiado alrededor de las lagunas. Lo único que sabían era sobre la Laguna Alsina, el resto de las lagunas no lo sabían”.
Señalaron, según relató Urruti, que “a ellos no les importaba el agua que podía ir de Suárez hacia las lagunas, porque con el Partidor Piñeyro hasta pueden cerrarlo todo y no mandar ni una gota de las sierras hacia las lagunas. Tampoco sabían del estudio del INA, que se hizo en el 2014, cuando se estudió todo el Sauce Corto”.
La reunión “fue discutida. El estudio es lo que le encargaron y nada más. Yo pensé que era una estafa lo que habían hecho, y la verdad que hoy no puedo decir que sea una estafa porque este es el estudio que encargaron”.
Consultado Urruti si le falta claridad al Estado para decir que lo que le interesa es sostener la parte turística de Carhué por sobre la producción agropecuaria, respondió que “creo que la cosa es así”.