24/09/2022REGION

Maestra Mirta Cabral: al final, porta un corazón gigante detrás de esa postura de firmeza

Tiene 74 años y la misma pasión de siempre por enseñar, por ayudar, por ser puente para el crecimiento de otros. Estuvo 27 años ejerciendo la docencia, la mayoría en la Escuela Primaria N° 15 de Huanguelén, aunque de soltera también estuvo en comunidades rurales como Louge y Arboledas. 

Tiene un sello identitario: su seriedad, la voz alta para poner orden, pero detrás de esa postura de firmeza hay un corazón gigante, que se derretía de emoción cuando un niño avanzaba en sus aprendizajes, obtenía logros, iba creciendo en sus saberes. 

Jubilada, no se quedó en su casa. Empezó a integrar diferentes comisiones. Ella lo explica así, diciendo que eligió integrar “todo lo que sea relacionado con discapacidad. Estuve mucho tiempo en el Taller Protegido y después en Equinoterapia, donde estoy hace ocho años”.  

¿Por qué elige comisiones que se aboquen a atender la discapacidad? “Porque me llena el corazón –explica-, es algo hermoso. Los chicos con capacidades diferentes son tan naturales, no te van a mentir en nada. Es algo hermoso”. 

Relata que, en el galponcito de su casa, “uno de los chicos del Taller Protegido, que se dedica a hacer parques y jardines, guarda sus herramientas. Lo tengo hace años” cuenta. “Tiene todo en casa: la máquina de cortar pasto, la carretilla, todo. Porque vive en el Barrio Federal II, es lejos. En su casa tiene una máquina de repuesto para el vecindario”. 

¿Anécdotas de la Escuela N° 15? Muchas, por supuesto. “De todo, cosas lindas y no tan lindas. Cosas que quedaban grabadas a fuego, a veces, con los sustos más grandes, miedo que pasara algo. Como cuando un chico se chocó con otro y quedó desmayado. Estaba otra compañera cuidando el recreo y lo movimos entre las dos. El profe de Educación Física nos dijo que lo dejáramos en el suelo, por favor, que no lo moviéramos. Ahí empecé a temblar. Lo dejé en el suelo, saqué el auto y me fui al Hospital. Ahí recién salía. Les hice una seña característica mía, ¿qué estaban esperando, che? ¡El chico estaba desmayado! No pasó nada, pero el susto fue grande”. 

Una cosa que le quedó grabada en el corazón: “Cuando me hicieron la cena de despedida. ¡Qué hubiera tantas maestras! Calculo que no faltó ninguna. Ahora es la gente que me encuentra, que me saluda con un ¡hola señora negri!, y vos no te acordás quién es”. 

En las últimas reuniones con los padres, “casi todos los que traían los hijos habían sido alumnos míos. De los gritos me dicen siempre. Yo les decía que no se hicieran problema, que después de un mes me quieren. Se acostumbran y me quieren”. Es que Mirta, “Negra” Cabral, tenía esa particularidad: gritaba mucho, asustaba con sus gritos a los chicos, hasta que estos se daban cuenta que detrás de ese rostro serio, esa voz que ordenaba desde el patio de la Escuela N° 15 a todos los pibes del barrio, ocultaba a una docente dedicada, comprometida y con un corazón enorme. 

“Yo no estudié maestra por las dudas, porque era la carrera más corta. A los 5 años dice mi papá que ya dije que iba a ser maestra. Les pegaba unos palos a las rosas, dando clase, usando el puntero”, relata. 

Hoy en día, dice, “le tendría que dar clases a los papás. Estamos falladitos. Hay quienes dicen: ‘Mi nene, no’. Si, su nene es igual que todos los otros. Van los padres a pelear a los maestros. Eso no pasó nunca. Así son los chicos que tienen, después no los pueden dominar. Límites a los gritos piden los chicos”.

Títulos breves
1 ATENCIÓN. Se solicitan gasistas de primera y/o de segunda categoría para trabajar con Consejo Escolar en los establecimientos del Distrito.
Interesados acercarse a la oficina de Tesorería Las Heras 644 (planta alta).
2 La Dirección de Cómputos y Recaudación de la Municipalidad de Coronel Suárez informa a la comunidad que todas las tasas municipales pueden ser abonadas a través de Provincia Net.