Solidaridad y trabajo comunitario en Pueblo San José: la Casita de Cáritas y la Casa Parroquial en plena renovación

Lucía Schwindt, colaboradora incansable de la Casita de Cáritas y la Casa Parroquial de Pueblo San José, relató a La Nueva Radio Suárez el importante trabajo que vienen realizando para mantener y mejorar dos instituciones fundamentales de la comunidad. Ambas edificaciones, con años de historia, necesitaban reformas urgentes que hoy comienzan a ser realidad gracias al esfuerzo de voluntarios y donaciones de vecinos y comercios locales.

En la Casita de Cáritas, ubicada frente a la plaza de la segunda colonia alemana, se logró recientemente reemplazar el antiguo techo por uno nuevo, lo que significó un gran alivio para quienes allí colaboran. “Cada vez que llovía teníamos que correr a tapar todo. Hoy podemos entrar y disfrutar de un lugar seco y seguro”, expresó Lucía con orgullo. El logro fue posible gracias a las ferias que organizan cada semana, sin recibir ningún subsidio externo.

El entusiasmo de este grupo de mujeres voluntarias no se detiene: ya comenzaron a ampliar la antigua galería, con la idea de construir una cocina que sirva como espacio de trabajo más cómodo para las tareas que realizan habitualmente: tejido, costura, reciclado de ropa y preparación de alimentos. Actualmente, asisten a unas 25 familias en situación de vulnerabilidad y remarcan que lo más difícil de conseguir son artículos de higiene y limpieza.

En paralelo, la Casa Parroquial también está siendo renovada. Tras la llegada del padre Javier Rohwein, se activó un grupo de trabajo para recuperar esta vivienda centenaria. Aunque el techo ya había sido reemplazado años atrás, aún faltaban reparaciones internas: pintura, arreglos de paredes, reformas en la cocina y mejoras estructurales que hoy se están ejecutando con mano de obra voluntaria y aportes de vecinos.

“Se ha formado un grupo humano maravilloso, tanto en Cáritas como en la casa parroquial. Compartimos trabajo, esfuerzo y hasta almuerzos entre jornada y jornada. Todo lo que entra se invierte en mejorar estos espacios; no cobramos nada y quien colabora puede ver en qué se usa cada aporte”, afirmó Lucía, destacando el compromiso y la transparencia que caracteriza a ambos grupos.

La Casita de Cáritas abre los martes de 9:30 a 11 h y los viernes de 14:30 a 18 h, para quienes deseen donar, recibir ayuda o simplemente conocer cómo trabajan. “La casita es de todos, está abierta para toda la comunidad”, remarcó Lucía. Una muestra más de cómo, con voluntad, unión y solidaridad, los vecinos de San José construyen presente y futuro.