Esto está en la memoria de muchos: el baño afuera de la casa, escusado o nushnik, según su pronunciación en el idioma ruso

Seguramente, en la memoria de muchos están estos lugares, ahora casi desaparecidos, pero que era habitual que hubiera en las viviendas, en tiempos donde los baños en el interior del hogar eran una rareza y sinónimo de clase social alta. 

El escusado o retrete, a unos 20 metros de la casa, era lo más común en cada hogar. El inodoro no existía como tal, por lo menos en la mayoría: se trataba de apenas un agujero, tapado con una madera o cementado, en el que había que ponerse en cuclillas para hacer lo que se había ido a hacer. Y como ventanita de ventilación: los ladrillos en triángulo por donde en invierno se colaba, implacable, el frío.

Aquí el que está en pie, como historia que perdura en la casa de la avenida 11 de mayo de Pueblo Santa María, lugar que la Asociación de Turismo Comunitario tiene habilitado para mostrar a los visitantes. 

En este caso, está a 50 metros de la casa familiar. Bien lejos, había que ser corajudo para correr hasta allí en las noches de invierno.